¡Se hace camino al andar! - Runrun
Sendai Zea Oct 10, 2012 | Actualizado hace 12 años
¡Se hace camino al andar!

 

En estos momentos cuando el duelo todavía comparte espacio con la impotencia de muchos de nosotros por no entender cómo es posible que resultados como los obtenidos el pasado domingo hayan ocurrido, tenemos dos temas por resolver con premura y mucha madurez política:

1.- El crecimiento exponencial del voto opositor en eventos comparables (elecciones presidenciales) nos obliga a proyectar cifras muy optimistas para las elecciones del próximo 16 de Diciembre, habida cuenta del liderazgo afianzado de muchos candidatos en sus respectivas regiones y el deseo viral de los venezolanos de oxigenar nuestro destino hacia caminos más transitables. Históricamente, el clientelismo del elector prochavista se diluye en procesos regionales y la intención premeditada de este calendario electoral no es otra cosa que tratar de alargar la ola triunfalista que de los resultados del pasado domingo se pudieran derivar. Esto nos lleva al terreno de no perder la ofensiva y mantenernos atentos a la construcción del mensaje correcto que no es otra cosa que la esperanza de contar con un proyecto de país alternativo al «socialismo del siglo XXI».

 

Sin embargo, esta intención se puede ver perturbada por la matriz que algunos sectores pretenden sembrar de la existencia de un supuesto fraude en los pasados comicios. Ante esta posición, respetable como todas, cabe la pregunta de la prueba requerida. Como dicen los abogados, quien denuncia el fraude tiene la carga de la prueba y. más allá de hechos aislados y sin peso determinante en los resultados finales, los venezolanos no contamos con la contundencia de tales pruebas. Por lo tanto, no puedo asumir posiciones de desesperanza, decepción, rechazo al voto u otras que constituyen precisamente el interés del adversario, de minar nuestra energía y posicionarse sobre esa desconfianza para obtener triunfos en sus respectivas regiones.

El venezolano no es tonto y sabe que estas denuncias provienen de sectores realmente abatidos que canalizan su frustración por vías incorrectas, pero también son alimentadas por el laboratorio político de quienes hoy vestidos de corderos llaman a la inclusión y a la paz pero mantienen decenas de venezolanos sometidos al rigor de la prisión por motivos políticos.

 

No caigamos en ese dilema y recuperemos el ánimo que nos llevó a conquistar más de seis millones y medio de votos en procura de un mejor futuro para nuestra Venezuela.

2.- Un factor importante para que esto se de, sin lugar a dudas, es contar con la presencia del único ductor de este proceso en la actualidad, Henrique Capriles Radonski. Su futuro inmediato puede estar muy ligado al futuro de la oposición venezolana. Su persona encarna hoy la lucha sin descanso, la tenacidad de quien desea un verdadero cambio y la palabra que llega y llegó a cada rincón de la Venezuela del Progreso.

 

Miranda no se perderá en manos de Carlos Ocariz porque es un joven preparado que ha mostrado talento y virtudes propias de una generación que avanza con pasos propios a ocupar las posiciones más importantes en la conducción de nuestros destinos. Tampoco perderemos el Municipio Sucre donde un torpe y un traidor no son las únicas opciones. Personas como Flavia Martineau, ejemplar luchadora, pueden ocupar ese sitio con mucho tino. Sin embargo, otros estados pueden perderse sin el impulso de un verdadero líder que amalgame un sentimiento nacional y lo distribuya a lo largo y ancho del territorio nacional. Por estas razones considero que Capriles no debe ir a Miranda. Capriles es de Venezuela y la oposición necesita un líder alternativo al presidente Chávez. Uno que represente a la otra Venezuela, al deseo colectivo de ver un futuro diferente.

 

Tal vez en el mismo seno de la oposición algunos aspirantes a ocupar esa posición se sientan incómodos por mis palabras y fabriquen argumentos infaltables para reducir a Henrique a Miranda asegurando sus esperanzas fútiles en muchos casos de representar ese liderazgo, pero no creo que nadie en Venezuela tenga argumentos suficientes para refutarme que en este momento solo existe una persona capaz de seguir recorriendo Venezuela manteniendo la llama del sueño viva y la esperanza bien encaminada.

El momento que vivimos nos obliga a cambiarle la chaqueta de candidato a la de líder nacional  y mantenerlo en ese camino que como dijo Antonio Machado, «se hace al andar».

Amanecerá y veremos…