Nuestros lectores han repasado en notas recientes de todos los medios impresos y tal vez han tenido la oportunidad de apreciar las imágenes del candidato, quien víctima del desespero, ha proferido amenazas colectivas donde si el voto mayoritario no lo favorece, entonces Venezuela se vería sumida en una crisis, mencionando inclusive una «guerra civil» como escenario probable.
Esta lógica apocalíptica viene por supuesto acompañada por la cantaleta vacía de que él representa el amor y la paz entre los venezolanos, y hasta «los ricos» tienen que votar por él porque él garantiza unas condiciones, que según, son las que todos los venezolanos queremos.
Sin embargo, prefiero apuntar en otra dirección y señalar que, después de 14 años de este régimen de eternas peroratas, que nunca aprendió a hablarle al pueblo en pasado real, que solo conjugó el pasado histórico de los «héroes de caballito» y el futuro irreal de las promesas incumplidas, el ilustre demagogo que ha corrompido las ilusiones de millones de pobres espera que creamos que lo que no hizo en todos estos años lo haga en los próximos seis.
Un verdadero diluvio le espera a este noble pueblo si el candidato reeleccionista se afianza en la silla presidencial. Por un momento imaginen a cuánto aumentará la tasa de homicidios en un país donde ya la cifra en su gobierno pasa los 160.000 asesinados, con una indolencia total y una impunidad mayor al 90%, según cifras oficiales.¿A dónde llegaremos en un país que con el cuento mentiroso del salario más alto de América Latina mantiene a más de la mitad de la población con algo más de 100 dólares mensuales de los de verdad, y que la cesta básica es mayor a dos salarios manteniendo una política de ajuste salarial que solo beneficia al salario mínimo?¿Qué será de nuestro futuro si hoy comemos casi toda nuestra dieta de los productos cosechados en las únicas fincas que funcionan del país: los puertos, y dependemos de un petróleo que estamos empeñados en vender a precios de gallina flaca a China a cambio de mantener una economía dependiente y sin mayor posibilidad de crecimiento real?¿Qué pasará en una Venezuela que sigue manteniendo a millones de jóvenes esperanzados con estas nuevas universidades que gradúan a desempleados o a clientes de un gobierno incapaz de garantizarles un futuro seguro? ¿Alguien cree que las cárceles se humanizarán bajo esta forma de hacer las cosas? ¿Alguien cree que la justicia será objetiva en los casos donde la corrupción campea a sus anchas generando una cleptocracia sin parangón histórico? Si después de 14 años algunos oficiales de las FAN se declaran públicamente «chavistas», en seis años qué dirán, ¿¿¡¡AVE CÉSAR!!?? Todos los días hay una ciudad de Venezuela sin luz por alguna iguana o zamuro, en seis años más quién impedirá la oscurana? Según los «eruditos» hay tráfico porque hay muchos carros,pero en 14 años no han construido una sola arteria vial importante en las principales ciudades del país, comenzando por Caracas. En seis años, ¿cuánto tardaremos en ir de un lugar a otro si ya sabemos que no harán nada y lo que hay se seguirá deteriorando? ¿Hasta cuándo creen que podrán acostumbrar al pueblo a recibir dinero sin trabajar? En seis años, nadie querrá trabajar y al paso que vamos los trabajos que existan serán todos de cubanos, bielorusos, iranies, chinos y cuánto «nuevo hermano» se le ocurra al líder en su camino. ¿Cómo serán las elecciones de gobernadores y alcaldes si todo está preparado para un gobierno popular donde todo se maneje desde las comunas en algo que si no es comunismo se debe parecer mucho? Y si el líder sigue enfermo y debe ausentarse en los próximos meses, quién se quedará con esta inmensa papa caliente? Comenzaría una verdadera lucha rapaz por las ruinas del templo!! Seguramente, se me olvidaron otros detalles, pero en esta reflexión solo me limito a indicar que el verdadero diluvio sería inminente si nos mantenemos montados en esta máquina del tiempo que nos lleva a velocidad máxima al siglo XIX…
Es el momento de reflexionar y entender que no es algo personal, es el futuro de todos los venezolanos…
Amanecerá y veremos…
