No salgo de mi asombro al descubrir que un grupo de importantes venezolanos, quienes se auto califican de dirigentes de lado y lado, que juran amar esta tierra y se erigen como patriotas aún más que los próceres que dejaron su sangre regada en el territorio para lograr la independencia de Venezuela, poco o nada opinan que en Miraflores, haciendo las veces de primer mandatario nacional, está alguien de quien desconocemos dónde y cuándo nació.

La pérdida de soberanía comienza cuando ni siquiera sabemos donde nació quien ocupa la presidencia.  La soberanía no es asuntó exclusivo de los verde oliva, ¡que va!  Los civiles también estamos obligados hacer todo para rescatarla, sobre todo cuando existe una duda razonable sobre la nacionalidad, doble nacionalidad o chucuta nacionalidad de Maduro.

Según lo explicado por Walter Márquez, Pablo Medina, Abelardo Díaz, Nelson Ramírez Torres y algunos otros que se han tomado la cosa en serio, porque lo es, existen suficientes indicios que señalan que, Nicolás Maduro, no es de aquí.  Así qué, o presenta un acta de nacimiento original, legal, no forjada…o tendremos que dejar el miedo a un lado y exigirle que abandone la silla para darle paso a una transición que nos lleve al rescate de la democracia, la libertad y la soberanía.

Estamos metidos en un tremendo lío de dimensiones internacionales gigantescas. O cómo entendemos entonces que los gobiernos más autoritarios del mundo, con los presidentes más incapaces e ineficientes sean precisamente los que apoyen esta traición, este desgobierno que hemos avalado con procesos electorales poco transparentes,  ventajosos para el sector oficial, repletos de irregularidades.  ¿Hasta cuándo callamos, aguantamos, soportamos tanto robo de nuestra voluntad popular, de nuestra identidad?

¿Hasta cuándo hablar de una habilitante y de un diputado 99, cuando el acto de mayor corrupción que hayamos conocido lo tenemos frente a nuestras narices? O acaso no es corrupción el hecho que un indocumentado maneje a este país, permitiendo que cubanos, rusos, bielorrusos, iraníes se lleven nuestra riqueza mientras los criollos son asesinados en cada esquina, se nos niega la justicia, la leche y hasta el papel toilette?

Amigo lector, usted como yo sabe que para sacar la cédula, hay que presentar la partida de nacimiento, para obtener el pasaporte también, para comprar o vender una casa, inscribir una compañía, casarse o divorciarse, hay que presentar el acta de nacimiento ¿Cómo es que Maduro va obviar ese requisito para el cargo más importante del país?  ¿Cómo lo permitimos?

Vamos a ver si nos armamos de valor, nos unimos todos quienes amamos esta tierra y nos convertimos en verdaderos herederos de Bolívar, Páez, Sucre, Ribas y hacemos algo para que el usurpador se vaya a su tierra, cualquiera que sea.

Queremos un presidente venezolano, nacido y criado aquí. Un hombre o mujer, respetuoso de la ley, identificado con nuestras costumbres y valores. Alguien sin miedo, sin cálculos de espera para después. Alguien que no hable del pasado para ocultar su incapacidad, sino para demostrar que si de algo sirven los errores, es para aprender de ellos y no repetirlos. Un compatriota que le meta el pecho al presente y nos convoque a todos a reconstruir la Venezuela que todos queremos ver hoy, para que los que se fueron…regresen y volver a ser el pueblo alegre, cordial y cálido que fuimos. Enfrentemos sin miedo  la ilegalidad y construyamos nuestro destino.