El cementerio del país por Francisco Gámez Arcaya @GamezArcaya - Runrun

el-cementerio-general-14186735

 

El Cementerio General del Sur es un lugar histórico, abandonado y lleno de peligros. Cuando lo visitaba, lo primero que hacía era ir la tumba de mis bisabuelos. Está cerca de la entrada principal. La reconocía por la escultura de una niña arrodillada con un candil en sus manos. Luego, visitaba los panteones familiares pomposamente decorados, llenos de historia y abarrotados de arte. Miles de esculturas talladas en mármol, moteadas de negro y de olvido. Cómo sería aquel lugar cuando fue destinado como cementerio de Caracas por Guzmán Blanco. Cómo luciría durante el entierro de Armando Reverón, en 1954. Ahí continua la tumba original, abandonada y en ruinas del General Carlos Soublette, trasladado al Panteón Nacional en 1970, y el mausoleo de Joaquín Crespo, y la interesante esfinge del panteón de Medina Angarita. Y la tumba de Delgado Chalbaud, que en su tiempo habría sido rodeada de gente, unos llorando y otros sacando cuentas.

 

Un paseo por el Cementerio General del Sur da pistas suficientes para entender el país. Una sociedad cuya prioridad es la de adueñarse de la mayor cuota posible de renta petrolera. Un país que no tiene tiempo para la memoria y que desprecia su historia. Un pueblo que ignora todo. Una nación sin interés en preservarse. Es el abandono a la desidia. Es el gobierno de la maldad, del desastre, de lo absurdo. Sin espacios para el respeto. Entre malezas y mendigos, entre santeros y maleantes, reposan los cuerpos profanados de aquellos que construyeron este país, unos conocidos y otros anónimos. Su ruina es reflejo de la ruina del país. Ojalá algún día el Cementerio sea invadido por el bien, para comenzar la reconstrucción de Venezuela, desde sus cenizas.