El Nuevo Herald: EEUU dice que aprobó todas las solicitudes de vuelo de Maduro - Runrun
El Nuevo Herald: EEUU dice que aprobó todas las solicitudes de vuelo de Maduro

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JUAN O. TAMAYO / JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM

El Departamento de Estado de EEUU dijo el miércoles que había hecho todo lo posible para acomodar las solicitudes repetidamente tardías del presidente venezolano Nicolás Maduro para volar a Nueva York a la Asamblea General de la ONU, antes de que él cancelara su viaje.

Maduro canceló su discurso en las Naciones Unidas que estaba fijado para el miércoles, entre quejas de que las autoridades de Estados Unidos no garantizaban que su delegación pudiera asistir sin peligro a la Asamblea General, tal vez porque planeaba acudir en un avión cubano.

Pero un alto funcionario del Departamento de Estado dijo que el departamento aprobó repetidas solicitudes de viaje de Maduro, las cuales se deben presentar al menos tres días por adelantado, aun cuando se presentaron incluso un par de horas antes.

“Hicimos todo lo posible para facilitar las solicitudes del (gobierno venezolano) en plazos de tiempo muy breves”, dijo el funcionario, que habló con El Nuevo Herald con la condición de conservar el anonimato debido a regulaciones del departamento.

Dijo que la oficina del departamento que se ocupa de los permisos diplomáticos para sobrevolar o hacer aterrizajes o paradas para aprovisionamiento de combustible en territorios estadounidenses celebra una reunión para diplomáticos extranjeros en Washington una vez al año para explicar esos procedimientos. Además, ellos tratan de ser flexibles en caso de emergencias tales como casos de enfermedad.

“Esto lo hacemos todos los años en la Asamblea General… cuando uno tiene aviones y automóviles extraños que vienen de todas partes”, dijo. “Y lo cierto es que durante la Asamblea General de la ONU somos tan flexibles como sea posible”.

El gobierno profundamente antiestadounidense de Maduro ha estado quejándose sobre los permisos desde el 18 de septiembre, cuando solicitó permiso para que el avión de Maduro, un avión de propulsión a chorro de Cubana de Aviación, pudiera sobrevolar Puerto Rico en camino a Francia y a China.

La oficina de permisos denegó inicialmente la solicitud porque era tardía y no se trataba de una emergencia, pero el asunto fue llevado a los superiores en el Departamento de Estado luego que el ministro de Relaciones Exteriores Elías Jaua se quejó, y Maduro viajó el 19.

Jaua declaró entonces este lunes que Maduro y su delegación no podían confirmar su participación en la Asamblea General porque no habían recibido “garantías” de las autoridades estadounidenses de que se les “respetaría” una vez que estuvieran en Nueva York.

Pero el martes los venezolanos pidieron permiso para que el avión de Cubana llevara a Maduro de Vancouver, en la costa oeste de Canadá, a Nueva York el miércoles, dijo el funcionario federal. Aunque también pasada de las 72 horas reglamentarias, la solicitud fue aprobada.

Más tarde el mismo martes, no obstante, los venezolanos cambiaron sus planes. Ellos pidieron permiso para que dos aviones corporativos Falcon, propiedad al parecer de la compañía petrolera del país PDVSA, transportaran a Maduro y su delegación a la ONU de Vancouver a Nueva York.

También pidieron permiso para que el avión de Cubana, en el que viajarían otros 30 miembros de la delegación de Maduro que no asistirán a la ONU, se aprovisionara de combustible en el aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York antes de continuar camino a Caracas, dijo el Departamento de Estado.

Antes de que el Departamento de Estado pudiera responder a esas solicitudes, los venezolanos cambiaron sus planes una vez más, y esta vez simplemente pidieron permiso para que el avión de Cubana que transportaba a Maduro y a su delegación en pleno pudiera sobrevolar EEUU en camino de Vancouver a Caracas. Eso fue aprobado en cuestión de dos horas, dijo el funcionario.

No estuvo claro de inmediato si el avión cubano pudo haber aterrizado en un aeropuerto estadounidense sin arriesgarse a ser confiscado por algunos de los ciudadanos estadounidenses que han ganado demandas legales contra el gobierno de La Habana y están tratando de cobrarlas.

La residente del sur de la Florida Margarita Martínez, por ejemplo, ha estado tratando de cobrar $27 millones de una demanda que ganó, en la cual alegó que había sido victimizada por su ex esposo y espía cubano Juan Pablo Roque.

Al preguntársele por qué los venezolanos habían cambiado sus planes tantas veces, el funcionario del Departamento de Estado dijo estar tan intrigado como el resto.

“De verdad, ojalá pudiera decir por qué”, dijo. “Tendrán que preguntarle a los venezolanos”.

Las llamadas a la embajada de Venezuela en Washington en busca de comentarios para esta historia no fueron devueltas.

Maduro aterrizó en la capital de Venezuela el miércoles por la mañana. En la noche anunció que suspendió su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas porque fue informado de que se gestaban “provocaciones” para atentar contra su “integridad física” con el supuesto conocimiento del Gobierno de Estados Unidos.

“Había dos provocaciones contra mí en Nueva York. Dos provocaciones graves, una más grave que otra”, afirmó Maduro al explicar los motivos de su ausencia en la ONU, donde estaba previsto que se presentara el miércoles en la tarde.

El mandatario relató en cadena obligatoria de radio y televisión que tomó la decisión en una escala en la ciudad canadiense de Vancouver durante su viaje de regreso de una visita a China, tras evaluar la información “directa” que su Gobierno recibió de “varias fuentes”, a las que no identificó.

En sus declaraciones durante un acto en una fábrica de vehículos en el estado central de Aragua, el mandatario vinculó a los ex funcionarios estadounidenses Roger Noriega y Otto Reich con el supuesto complot. Maduro, como ha sido costumbre cuando hace este tipo de denuncias, no ofreció ningún tipo de evidencia acerca de la supuesta participación de los dos ex funcionarios.

Este artículo se complementó con información de los servicios cablegráficos.

Fuente: El Nuevo Herald