Allí están….Cilia….Nicolás…Diosdado…y Jorge. Ilegítimos..encendidos… usurpando…
¿Usted no siente un inmenso asco con estas imágenes? ¿Un fastidio que ya es un reclamo a uno mismo por soportarlo? Allí está n…retando la paciencia, machacando la agresión que significan para la Venezuela que todavía lucha por rescatar los valores de este País agobiado, demasiado paciente, contenido…Cuando se imaginó usted que nos dejaríamos atropellar tanto, que manosearían tanto nuestro espíritu publicitado por toda una vida como un pueblo heroico, cálido y digno? Allí siguen llevándose por delante nuestra identidad, embasurando nuestra historia, distorsionando héroes y cultos, embruteciendo con saña y perversidad la mente en adoctrinamiento enfermizo que abusa y pisotea sentimientos y derechos.
Y siguen como si nosotros, más de la mitad de Venezuela, no estuviéramos aquí, como si no existiéramos. Mienten, engañan, agreden, todos sabemos cómo y quiénes son. Y siguen allí como si de verdad tuvieran autoridad moral para estar. Pero así están en todas las pantallas, todos los titulares en un mundo loco que también engaña, que sabe y acepta, que sin responsabilidad con sus generaciones ni temor por su ligereza que más tarde o más temprano su pueblo pagará o cobrará en humillaciones y dolores.
Allí están acusados, ilegítimos, canallas, levantando el puño contra la justicia, las Instituciones serviles, la corrupción disfrazada de revolución, la traición que entrega a otro país nuestra soberanía y nuestra integridad de Nación. Mariol Silva sale tranquilo en moto después de destapar la olla hirviendo de la basura que nos gobierna, y Simonovis llega a diez años pudriéndose en una prisión.
No nos engañemos. Cada día que dura esta ofensa, esta inmoralidad que viola todos los principios y límites, tiene que ser de reclamo a nosotros mismos, porque esto de detener esta mascarada barata y perversa es cosa nuestra, de cada uno y todos.
Nosotros sabemos quién es quién y no podemos asumir esta tragedia como si no tuviéramos nada que ver con esto. De alguna manera tenemos que compulsar y ejercer el oficio de ser venezolano. No podemos quedarnos en el reclamo en un súper mercado, desbordados en tweeter o rumiando nuestra amargura entre amigos.
No podemos seguir esperando lo que otro pueda hacer…Ni echarle la culpa al que no lo hizo. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
Como sea, cuando sea y donde sea. Aja! ¿Y entonces…..?