La Opinión del Rector: Civilización democrática por Francisco José Virtuoso SJ - Runrun
La Opinión del Rector: Civilización democrática por Francisco José Virtuoso SJ

Contra los desmanes de la segunda guerra mundial la humanidad entendió que sólo la civilización democrática podría contener los demonios que dieron origen a sus horrores. Nuestra institucionalidad continúa caminando hacia el barranco, diríamos en criollo y francamente. En el primer trimestre del año se han venido produciendo una serie de hechos que contribuyen aceleradamente a violentar el régimen democrático porque borran los controles constitucionales, imponen unilateralmente el poder de unos de unos pocos y profundizan el clima de confrontación. La actual campaña electoral ofrece abundantes imágenes que refuerzan la dirección emprendida.

Comenzamos en enero pasado con la negación de la evidente ausencia temporal del Presidente de la República por parte del Parlamento y del Tribunal Supremo de Justicia. Decisión que luego se utilizó para convertir al candidato nominado en “candidato Presidente.” Todo ello, interpretando unilateralmente lo establecido en la Constitucional al respecto.

El Presidente (E) Nicolás Maduro, en sus primeros discursos nos comunicó la existencia de un nuevo órgano de gobierno, con funciones supremas de dirección de Estado: la “Dirección político-militar del Gobierno Bolivariano», conformada por Ministros, la dirección política del PSUV, gobernadores oficialistas y el Alto Mando Militar. Hay que señalar que hasta ahora se hablaba del movimiento cívico-militar de la revolución bolivariana. La expresión referida es una novedad reciente.

En ese marco, escuchamos las arengas proselitistas del Ministro de la Defensa, que ciertamente no son novedosas, ya en otros momentos escuchamos altisonancias parecidas de boca de otros altos oficiales militares. Lo cual contradice abiertamente aquello de que “… las Fuerzas Armadas están al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o  parcialidad política alguna.”

A este cuadro se añade el comportamiento del Consejo Nacional Electoral. Su práctica ha sido la que ha desarrollado en todos los procesos electorales previos. Ante el ventajismo oficial, que hace del Estado un gran órgano de proselitismo y movilización política, se mantiene mudo, apoyando con su omisión esta línea de acción.

Por su parte, la contienda electoral ha tomado visos preocupantes. Priva la emocionalidad sobre el debate de ideas y propuestas, la agresión y la violencia sobre la contienda civilizada, la sensibilidad mítica y mágica frente a la secularidad y racionalidad del discurso político moderno. Todo ello puede volcar el comportamiento político hacia el fanatismo y la intolerancia.

Defendamos la democracia para librarnos de la guerra.

fjvirtuoso@ucab.edu.ve