12 de febrero 2015 por Francisco José Virtuoso
Feb 18, 2015 | Actualizado hace 9 años
12 de febrero 2015 por Francisco José Virtuoso

12feb

 

Llegó nuevamente febrero y con él la remembranza de la protesta estudiantil que abarcó varios meses del primer semestre del año pasado. Vienen a la memoria 43 muertos, los muchos hechos violentos, las consignas políticas, el arresto de Leopoldo López, la represión policial y militar, los miles de detenidos, la efervescencia de la calle, las marchas.

Febrero 2015 llega en medio de lo que el oficialismo concibe como «contra ofensiva revolucionaria» para hacer frente a lo que llama guerra económica, imperialista y golpista. La contraofensiva consiste en mayor control sobre el Estado y la economía, los medios de comunicación y una fuerte escalada en la ejecución de estrategias de amedrentamiento y represión.

Por su parte, los partidos y líderes de oposición siguen divididos, sin lograr articularse con otros actores sociales, sin propuestas estratégicas, con un discurso muy centrado en la coyuntura, sin lograr capitalizar el inmenso descontento social que existe en el país.

El universo político está fraccionado en tres grupos: chavismo, oposición y no alineados. La cotidianidad se ha convertido en una aventura, con una inflación en crecimiento permanente, con índices de escasez que obligan a todos los venezolanos a invertir mucho tiempo en largas colas, con niveles de inseguridad muy graves. La situación social es grave, el descontento se siente.

El rumbo que llevamos no nos puede conducir a ningún desenlace feliz. No vamos por buen camino. Hemos tomado el camino de la antipolítica, convirtiendo a la sociedad en un campo de batalla. Si las fuerzas oficialistas quieren salir airosas y legitimadas en este proceso necesitan salir del peligroso juego de la contraofensiva y abrirse a un tipo de juego más abierto, tolerante y democrático. Si la oposición quiere triunfar, requiere de unidad, articulación, discurso, estrategias y muchas alianzas sin imposiciones. Eso supone dejar de lado los personalismos y el cortoplacismo.

Este 12 de febrero, al menos en la ciudad de Caracas, evidenciamos una muestra de lo que ocurre entre quienes se proponen un cambio político alternativo. Me refiero al movimiento estudiantil de las universidades autónomas. «Luchan separados por la misma causa.» Así tituló el diario Tal Cual los eventos que protagonizaron los estudiantes de las universidades autónomas en Caracas el pasado 12 de febrero de 2015. La periodista que relata la noticia comenta: «el movimiento estudiantil, aunque insiste en no estar dividido, realizó dos actividades casi simultáneamente». Y no solo eso, sino en abierta pugna.

A estas alturas debería quedar claro para todos los sectores que se ubican en oposición al gobierno, la urgente necesidad de concertar un discurso orientador y movilizador, con capacidad para ser asimilado por la mayoría, concursos de acción que tienen como eje ganar con amplia mayoría las próximas elecciones parlamentarias, reto por cierto nada fácil. El gobierno debería aprender que con represión, detenciones arbitrarias, desconocimiento del descontento y amedrentamiento mediático y militar, solo consigue, paradójicamente, debilitarse más en legitimidad y estabilidad.

 

fjvirtuoso@ucab.edu.ve

El Universal