Más micro y menos macro por Luis Miguel Colmenares Márquez
Más micro y menos macro por Luis Miguel Colmenares Márquez

 Micro

 

Cuando se habla de economía en un país normal, es imperativo tomar en cuenta la producción, no es un capricho ni un concepto intangible el que la ciencia económica se enfoca en buscar la forma más eficiente de producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades del ser humano sabiendo administrar los recursos escasos con que se cuente.

Cuando se presenta un escenario de no producción se rompe una cadena que no solo afecta la existencia de productos y servicios en la sociedad, sino que se quiebra por completo el compromiso y el espíritu de las personas en sentirse parte de un todo, comenzando a manifestarse el individualismo como fórmula para surgir.

Esto no es casual en sociedades con gobiernos que buscan el control total, así como tampoco es casual la similitud entre quienes hacen largas colas para adquirir productos que posteriormente  revenden y esos ¨empresarios¨ qué adquieren divisas a un precio subsidiado para posteriormente revenderlas en un mercado paralelo, ambos solo buscan su beneficio personal. Pero el hecho de que esto se generalice no debería ser una condición para que se haga común caer en semejantes aberraciones.

La macroeconomía es algo a lo que el emprendedor y empresario común no tiene acceso, divagar en el precio del barril del petróleo, el precio en que el gobierno fijará el dólar, las reservas internacionales y los créditos entre naciones no tiene ningún sentido si no se tiene conciencia de lo que sí está en sus manos como es la microeconomía, comprender y atender a los consumidores, las empresas, los trabajadores, los inversores y el mercado en que se desenvuelve cada quien.

El trabajo como acción transformadora del hombre en este caso venezolano, a través de sus capacidades físicas y mentales está siendo subutilizado al limitarse a revender cualquier producto u obtener una comisión por ser intermediario en el préstamo de servicio de un tercero, pero eso solo puede ser revertido por el compromiso de todos los que participamos de forma activa en la economía del país.

No es cierto que todos en el Venezuela se han ido, se van o se quieren ir, tampoco es cierto que todos los bancos roban ni que todos quienes obtienen créditos los desvían para cubrir necesidades individuales, tampoco que todos los trabajadores están en contra del empresario y viceversa.

Es lamentable que en la sociedad se estén aceptando como absolutos algunos problemas que paralizan no solo la capacidad de actuar, sino la capacidad de soñar y trabajar, que atrofian las ansias de posesión y los anhelos de superación instintivos en el ser humano y en este caso en el venezolano común que por naturaleza es emprendedor y luchador.

Si dejáramos de lado lo macro y comenzáramos por lo micro, de repente los bancos comenzarían a circular el capital represado y así aumentar su beneficio a través del interés, los empresarios, emprendedores, a innovar en nuevas formas de transformar materias primas que generen bienes y servicios para aumentar su beneficio y a su vez ayudar a trabajadores a tener acceso a trabajos dignos que les ayuden a obtener salarios justos, y de esta forma que suena loca reactivar la economía a través de MYPYMES «micro, pequeña y mediana empresa» que pongan a andar la economía de nuevo.

No faltará quien contradiga todo lo antes dicho y se escude en utilizar la persecución actual a las grandes empresas, pero ¿cuántos de los que critican han intentado o están trabajando en tener grandes empresas comenzando por pequeñas? ¿Cuantos abandonaron sus puestos por beneficios al corto plazo? O ¿cuantos atacan el surgimiento y permanencia de quienes se esfuerzan, siendo cómplices de ese mal llamado «bachaqueo» que se está esparciendo como un virus? (Entiéndase «mal llamado» porque en ese ejemplo de la naturaleza, los bachacos trabajan en equipo por el bienestar de su comunidad, jamás en contra.)

Es y será la solución de Venezuela apostar tarde o temprano a las MIPYMES  y será sin lugar a dudas un premio a la perseverancia de los emprendedores y empresarios quienes continúan con la convicción de no limitarse al corto plazo, quienes continúan apostando al futuro de un país que por más de que atraviesa quizás la peor situación en su historia, se reconoce como pasajera y quienes entienden que existe un mediano y largo plazo, donde quienes sembraron recogerán cosecha y quienes no, solo encontrarán en el futuro cualquier otra razón para quejarse.

@lmcolmenares

Ing. Luis Miguel Colmenares Márquez