Si Bolívar fuese como Disney, por Reuben Morales
Si Bolívar fuese como Disney, por Reuben Morales

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Hace menos de un año, en Alemania salió una película muy taquillera titulada “Ha Vuelto”. En ella suponen que Hitler estuvo criogenizado todo este tiempo hasta ser descongelado en el 2015. Perfecto inicio para una comedia, ¿no? Imaginemos entonces que Simón Bolívar hubiese sido como Walt Disney. Lo dejaron criogenizado por años en una cámara secreta del Panteón Nacional. De repente un apagón daña el congelador y Simón Bolívar sale hoy. ¿Podría ser el mismo Simón Bolívar de antes?

La finca de San Mateo estuviese expropiada. Si no, la hubiesen dejado prácticamente en el abandono, pues tener una finca ahorita en los valles de Aragua te hace secuestrable. Pero supongamos sigue productiva. Los Bolívar no tendrían ni un Bolívar por estar pagando la vacuna a la banda de malandros de turno. ¿Y si nadie los extorsiona? Entonces estarían ahorcados económicamente por la regulación de la carne, la leche, los huevos y el maíz. ¿Y la Negra Hipólita actual? Ya ni tendría tiempo para Simón. Estaría todo el día bachaqueando.

La educación de Bolívar estaría en riesgo. Un Andrés Bello hoy estaría de paro en alguna universidad, pelando parejo y hospitalizado a raíz de una crisis nerviosa al ver el castellano de las redes sociales. Un Simón Rodríguez hoy, por otro lado, seguramente sería un intelectual del proceso. A estas alturas estaría tan comprometido con la revolución, que solo dedicaría su tiempo a estudiar a Bernal para ver cómo desmarcarse del gobierno sin ser tan evidente.

Buscando mejor formación, Bolívar se hubiese ido a Europa. No le habría pasado la tarjeta allá. Estaría en una mamazón tan extrema, que no tendría tiempo para pensar mientras sirve mesas de día y lava platos de noche. ¿Y el Juramento del Monte Sacro? Hubiese sido un snapchat borrado a las 24 horas.

De vuelta a Venezuela, Bolívar hubiese llegado con sus ideas de liberarnos del yugo del rey Nicolás, pero no tendría caballo. Se lo hubiesen robado para comérselo por el hambre. Sin embargo, de seguro ya habría subido suficientes selfies en Instagram para desmentir su nuevo rostro oficial.

En el plano del amor, estaría comenzando a salir con una María Teresa del Toro de hoy, pero con la escasez de condones y pastillas la habría preñado al mes. Simón habría pospuesto sus sueños de emancipación suramericana para hacer la cola de los pañales y la leche. Sin embargo, para tratar de ganar en dólares, Bolívar se habría ido al sur, pero en bus. En San Antonio del Táchira habría librado su primera batalla para abrir la frontera. Ya en Ecuador se habría chuleado a Manuelita, siendo su mantenido. Allí hubiese aprovechado para abrir un canal de YouTube donde pudiese grabar todas sus cartas al estilo video blogger. Ya sería tendencia su frase “Papear y luces son nuestras primeras necesidades”.

Para volver a Venezuela con una tropa, Bolívar habría tenido que diseñar una estrategia. ¿Cómo convencer a un grupo de gente para ir al país más peligroso del planeta? ¡Fácil!, diciéndoles “con mil dólares ustedes son reyes allá”. Así hubiesen llegado y al entrar se habrían dado cuenta de que pelear contra la monarquía es relativamente fácil. El problema es pelear contra la otra monarquía: la de los malandros. Esa es más fuerte que el imperio español mismo. Para vencerla, a Bolívar no le hubiese quedado otra opción. Bolívar hoy hubiese tenido que ser pran.

@reubenmorales