De ser electo Papa en conclave, tomaría el nombre de Esteban X y así podría nombrar cardenales a diestra y sobre todo, a siniestra. A algunos Romanos Pontífices, además de su nombre suele añadírsele una suerte  de apodo. Por ejemplo a Juan XXIII lo llamaban el “Papa  bueno”, a Juan Pablo I “el Papa de la sonrisa afable”, a Juan Pablo II “el Papa viajero o peregrino”. Quizá al susodicho podrían ponerle “el Papa natas”. Los domingos en vez del “Ángelus”, haría desde el balcón de San Pedro “aló Santidad”. Supongo que el sequito de cardenales por el designado le aplaudirían a rabiar gritando consignas tales como “Así, así, así se pontifica”. Estaría muy feliz porque la elección del Papa se hace solo una vez y es definitiva. Cambiaría el nombre del Estado del Vaticano por el del “Estado cristiano del Vaticano” y las homilías de pascua de resurrección durarían hasta el siguiente miércoles de ceniza…En fin así podrían ser las coas, pero Dios sabe lo que hace, gracias a Él.