Lo que Amamos del Final de Harry Potter - Runrun

Harry Potter hizo una cosa que no ha hecho ni la Universidad de Harvard: nos puso a todos a rezar para que algún día llegara un búho a la ventana de nuestros cuartos con la carta de aceptación al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Que jamás haya pasado no es culpa nuestra. Si darle direcciones a un taxista en Venezuela es un desastre, no le podemos exigir a un búho que siga señalizaciones las cuales comienzan siempre con «mira, si tú vienes por la Baralt…».

El viernes pasado se estrenó mundialmente la última película de la saga Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte, Parte II. Una cita a la cual acudimos 255,921 venezolanos rechazados del colegio de Hogwarts, según reporta el twittero experto en cine @Jose_Pisano.  ¿Quién no iba a asistir? Van catorce años desde que JK Rowling publicó las peripecias del niño de la cicatriz de rayo. En este país, tenemos más tiempo con Potter que con Hugo Chávez Frías. Alohomora, Confundus o Deletrius, ¡Venceremos!

La película es todo lo que esperábamos que fuera, y un poco más. La premisa de la trama ve el cumplimiento de la profecía que marca las vidas de Harry Potter y Lord Voldemort: “ninguno de los dos podrá vivir mientras el otro siga con vida”. En el ínterin, el resto de los personajes se caen a golpes en la mejor de las batallas escolares. ¿Divertido? Para Muggles como nosotros que fuimos castigados por lanzar taquitos en un salón de clases, esto es la gloria.

No es esta la película para concentrarse en las motivaciones detrás de los personajes, ya que no comienza con un recuento como las series televisivas cuando dicen: «Previously on Lost…». La exhortación es a ir al cine con gente que haya leído los libros o visto las películas anteriores. El único esnobismo que podemos permitirnos en esta época de pelazón es que Harry Potter no se ve con cualquiera.  De tener que ir con personas que no saben sobre el «jujú» entre Ron y Hermione, se les recomienda enseñarles este video publicado por la revista Time el cual explica la saga en menos de cinco minutos: http://tinyurl.com/645scms

Para los que ya la vieron, estas son las 10 cosas que los fans amamos del final de Harry Potter

1) La reivindicación de Neville Longbottom. No importa que el actor haya crecido en proporciones épicas, se puede ser más gallo que Harry Potter y aún así robarse el show.

2) La blancura de Ron y Harry cuando se cambian de ropa luego de robar la copa de Helga Hufflepuff en Gringotts. La prueba de que el mundo de la magia podrá ser una maravilla pero nosotros tenemos playa.

3) Minerva McGonagall, encargada de proteger a Hogwarts, en el momento en el cual pierde su habitual compostura y dice: «Siempre quise intentar ese hechizo».

4) El Pensadero donde Harry deposita las últimas memorias de Severus Snape, cortesía de BoConcept. Ese platón de acero no estaba en la imaginación ni del más literal de los fanáticos.

5) La muerte de Nagini. Suficiente con la culebra asesina. Ya era hora que la desnucaran.

6) La quemada de las retinas en la escena de King’s Cross. Gracias al mundo del cine por reproducir exactamente lo que todos teníamos en la imaginación sin ponerle más nada que la blancura del Reto Ace que se merecía la escena cuando Harry se larga al Limbo.

7) Los besos en pasada de Ron y Hermione y de Harry y Ginny. Amamos que la película entendió que estábamos en plena guerra y que no era el momento de escenas innecesarias de besos como los que interrumpen las películas de Angelina Jolie y Russell Crowe.

8) La huída de los Malfoy al final de la película. Cansados de ser colaboradores del Mal, agarran sus maletones y piran para Miami (o eso nos gusta creer).

9) Los pelos de Ginny Weasley, diecinueve años después. Aparentemente los ochenta vuelven en el futuro. Ron y Hermione se ven exactos, Harry parece un papá que pesca con su hijo pero es Ginny la que se lleva el premio con su peinado a lo Luisa Estella Morales. Al hijo de ambos, Albus Severus Potter, le perdonamos su totuma Justin Beiber. Odiamos a Beiber pero si Voldemort pudo sobrevivir por años, el clon liliputiense de Hilary Swank lo hará también.

10) La glorificación de Severus Snape. Un aplauso merecido a un hombre al cual odiamos por seis libros y medio. Haber sido el Garganta Profunda de Dumbledore y el protector de Harry sin revelar sus motivaciones sino hasta el final bien le merece una estatua. Si a Alan Rickman no es nominado a un premio Oscar como Mejor Actor Secundario en agradecimiento por una de las interpretaciones más fieles de libro a película, perdemos nuestra fe en el mundo del celuloide.

Toto Aguerrevere

@totoaguerrevere