La Manera de Robar Cámara en el Recibimiento Presidencial - Runrun


Solamente he visto al Señor Presidente en persona una vez en mi vida. Fue en una conferencia que dio en la Universidad Católica Andrés Bello cuando estaba por lanzarse a ser Presidente de la República. De ahí en adelante, sólo lo he visto por televisión. Una y otra vez como el Gallo Pelón. Sólo que de pelón no tiene nada. El Señor Presidente podrá haber engordado en estos doce años de gobierno pero esa cabellera barinesa le ha durado más que un contrato de Alicia Machado como vocera en Twitter.

Estoy un poco angustiado por no haberlo visto en televisión estos últimos días, mientras se recupera de una operación por un supuesto furúnculo en Cuba. Soy de esas personas que se tranquilizan cuando el Presidente está encadenado. Por lo menos sé donde está. Echando varilla pero ubicable en Google Maps. Cuando no está al aire, siento un alivio momentáneo pero después de varios días le hago la competencia a los padres que se pasan la noche en vela cuando un hijo sale para ir a un bar. Waldo es un pendejo. Yo lo que quiero saber es dónde demonios está Hugo para tranquilizarme y poder gritarle a la televisión de nuevo.

Pronto viene su recibimiento oficial a la República. No podemos pensar que será un sencillo paseíto por Maiquetía como el de los mortales que hacemos cola para entregarle el ticket de las maletas a un señor con labores de pasante. La llegada del Señor Presidente imagino será tan apoteósica como la entrada de Cleopatra en Roma o el paseo de Napoleón bajo el Arco de Triunfo. Si algo ha sabido hacer esta Revolución es montar un show. Que no hayan contratado a Joaquín Riviera para que lidere el Comité de Recibimientos Revolucionarios es una lástima. Riviera tiene el manual de cómo buscar gente en Maiquetía.

Ahora, el furor de los que simpatizan con los planteamientos del Señor Presidente va a poder más que mi intento de bajar a Maiquetía para verlo de nuevo. Eso va a ser un mogollón de gente. Tengo que encontrar una forma de diferenciarme. De robar cámara para que el Presidente me vea de alguna manera.  Mi única opción es ir disfrazado de furúnculo. No tengo la menor idea de cómo se construye un furúnculo pero si algo he aprendido de las fiestas en Venezuela es que aquí construyen un cotillón de lo que sea. Un furúnculo no debe ser tan difícil de hacer con goma espuma.

Me veré ridículo por supuesto. Pero si en este país hay gente que se disfraza de focas –y sin goma espuma- no debo diferenciarme mucho. Los verdaderos fans del Señor Presidente, las focas y un furúnculo, reunidos todos en el hangar presidencial para recibir el avión que viene desde La Habana. Espero que así me salude o por lo menos me vea cuando rebobine el video de lo que fue su venida. Con eso me quedo quieto y calmo la ansiedad de haberlo visto en persona por segunda vez en mi vida. Por lo menos para comprobar si como furúnculo, llego alguna vez a sentirme incluido.-

Toto Aguerrevere

@totoaguerrevere