El paraíso turístico de los virus - Runrun
Redacción Runrun.es Abr 05, 2011 | Actualizado hace 13 años


Reuben Morales

Amigo virus, ¿se siente usted amenazado y perseguido en el mundo entero? Pues no lo piense más y échese una escapadita a Venezuela… no se arrepentirá.

La República Viruliana de Venezuela es uno de los pocos países con crecimiento constante en su PIV (Producto Interno Virulento). Por tanto, es un territorio próspero en donde usted encontrará facilidades para invertir e incluso vivir. Es que es un país en donde se garantiza la propiedad privada: cuerpo en el que se aloje, es suyo.

Además, Venezuela es una sociedad en la que conviven pacíficamente muchas etnias y razas. Un fenómeno pocas veces visto, pues comparten en total armonía desde dengues y mal de chagas, hasta cóleras y AH1N1’s.

Venezuela actualmente tiene uno de los sistemas de transporte público más avanzados del planeta: cuenta con zancudo, chipo, bebedero, quebrada, paloma, zamuro, gato y perro callejero. Así mismo, sus niveles de inseguridad son sumamente bajos: la delincuencia se limita a ciertos asesinatos por palmadas y el crimen organizado está sumamente reducido, pues es raro eso del cobro de vacunas. A esto, súmele el hecho de que Venezuela es paraíso fiscal: aquí no encontrará obstáculo impositivo a la hora de picar a alguien.

Es muy importante acotar que ciertas nacionalidades no requieren de visa para entrar a nuestro territorio. Si usted es dengue, mal de chagas, cólera, diarrea o AH1N1, no se preocupe… aquí goza de alta influenza.

Pero lo más bello que tiene Venezuela, son sus paisajes. Bajo un mismo sol, usted puede encontrar toda clase de ecosistemas: hombres, mujeres, los del medio, altos, bajitos, gordos, flaquitos, negritos, chinos, catires, indígenas, etc. Además, el ambiente de rumba se contagia rápidamente. Es que sobran los cuentos de virus que salen a rumbear en la noche y acaban durmiendo en la orilla de la playa, a la luz de una fogata hecha con medicamentos cubanos.

Amigo virus, sólo para que vea lo que se está perdiendo, le dejamos uno de nuestros tantos testimonios:

“Vine de China a pasar una vacaciones empujado por las lluvias del Niño y ya llevo 12 años aquí. Recuerdo con tristeza que de todos lados me botaban y eran hostiles conmigo, pero cuando llegué a Venezuela… me recibieron con los brazos abiertos. La sensación de al fin encontrar cuerpos calientes en donde alojarme para poder echar raíces fue indescriptible. Definitivamente es una tierra de oportunidades para nacer, crecer, reproducirse y mutar. Es que en pleno siglo XXI, jamás pensé encontrar ese sitio ideal para vivir la vida que siempre había soñado.

“Venezuela… el riesgo es que te quieras quedar.”