El posgomecismo: el 14 de febrero de 1936 (I) - Runrun
El posgomecismo: el 14 de febrero de 1936 (I)

La muerte de Juan Vicente Gómez el 17 de diciembre de 1935 sorprendió a muy pocos. El dictador estaba prácticamente desahuciado desde semanas atrás. Con todo, el hecho de que el todopoderoso personaje de apareciera de la escena, causó terrible desazón e incertidumbre, sobre todo en quienes asumieron el poder. La tierra se les movía y no lo ignoraban.

La reacción de la gente fue inmediata. Por primera vez en el siglo salió a la calle. Algo que aterraba. El Presidente encargado, el general Eleazar López Contreras, se dispuso a tomar medidas para controlar los estallidos populares. El 12 de febrero dictó un decreto suspendiendo las garantías constitucionales y extremando, paralelamente, la censura de prensa. Los periódicos no agitaban, pero informaban de lo que sucedía. A esto lo consideró el Gobierno como riesgoso para su estabilidad. Amagos de huelgas y protestas contra s personajes vinculados al dictador que no eran compatibles con la nueva situación.

Entonces se registró algo inesperado, de tanta importancia, que desató sucesos imprevistos y, por primera vez en la historia un Gobierno rectifica y da pasos atrás. Los periódicos, y las radioemisoras, ante la censura, decidieron  suspender su circulación, y cerrar sus micrófonos.  Y  La huelga, unánime, fue un hecho histórico.

Bajo el liderazgo de la Federación de Estudiantes, la protesta se generalizó. En un Manifiesto, decía:  «La Federación de Estudiantes de Venezuela no es una organización política, pero hoy como ayer, como siempre, será su norma salvaguardar los derechos funda­mentales que nuestro pueblo conquistó hace tiempo”.

El 14 de febrero la ciudad se paralizó. Los desterrados de Gómez, ya de regreso, dirigieron desde la clandestinidad las acciones populares., pero fue la FEV la que condujo el proceso.  López Contreras demostró sus condiciones de “piloto de  sangre fría”, como lo llamó Mariano Picón-Salas.

El Presidente de la Federación de Estudiantes era Jóvito Villalba. El Presidente López Contreras lo recibió en Miraflores junto con el Rector de la Universidad Central, el doctor Francisco Antonio Rízquez. Cuando el general le da la palabra al Rector, este le dice: “Yo estoy muy viejo”.  Y le cedió la palabra a Jóvito. Y el joven líder le presentó los principios y razones de la protesta.  La necesidad de que el Gobierno rectificara. Las aguas comenzaron a bajar.

El Gobierno anuló el decreto de suspensión de garantías y su proyecto de censura a la libertad de expresión. Fue una gran jornada popular. Con el tiempo se ha discutido si las demandas fueron limitadas y se ha podido ser más audaz, sosteniendo algunos que se perdió una gran oportunidad. No era tan sencillo, como lo demostró el desenlace.  Pocos días después, el 21, López Contreras le presentó al país un plan de reformas conocido como “Programa de Febrero”. Una demostración de la fuerza extraordinaria de la unidad.

Moraleja: Una huelga general, combinada con la huelga  de medios, ningún régimen la resiste.

SIMÓN ALBERTO CONSALVI