¡Gente anónima, mediocre y cobarde!, por Carlos Dorado - Runrun
¡Gente anónima, mediocre y cobarde!, por Carlos Dorado

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Hay mucha gente que se escuda en el anonimato de plataformas como las redes sociales, para esconderse, ya que no logran acumular la suficiente valentía para atreverse a presentarse con nombre y apellido, y muchísimo menos expresar cara a cara sus comentarios. Esconderse detrás de una máscara o un anonimato, hace valiente a cualquiera, y es el poder del anonimato que le da esa supuesta valentía, que barniza un cuerpo lleno de cobardía.

El anonimato, le ofrece una vía de escape segura que le garantiza esa impunidad tan importante para su cobardía, esos llamados “usuarios troll” los cuales sólo se dedican a insultar, y a difamar; sabiendo que nadie les puede sacar sus puntos débiles, que nadie puede hacerles daño, mientras ellos le hacen daño a quien quieran. ¡Ésta también es una forma de ser terroristas; pero en las redes sociales! Mi madre solía decirme: “Carlos, el  que por detrás habla siempre de alguien, es porque siempre está “por detrás” de ese alguien, y eso es quizás lo que más le duele”.

Gente anónima y mediocre, que en la mayoría de los casos tienen unas grandes carencias personales, que tratan de poner a los demás justamente lo que ellos saben que son, siendo esa mediocridad el condimento más amargo de su existencia. Lamentablemente es más contagiosa la mediocridad que el talento, y lo que realmente esconden es un elevado sentimiento de inferioridad.

¡Anonimato y mediocridad! son su único equipaje, para estos que viajan por la vida tan afanados en labores absurdamente ruines, que nos le queda tiempo para elevar aunque sea un poco su vida, creyendo que sólo bajando a los demás, pueden elevarse ellos. ¡No existe nada que odien más los mediocres que la superioridad de talento!

Quieren visibilidad en el anonimato, a sabiendas de que no tienen que comprobar nada, ni responder por lo que no tienen que comprobar; apelan a la superficialidad, al insulto, al desprestigio, y al amarillismo. Cuanto más descabellada es una tesis, más se promociona y se difunde. ¡Estas mentes vacías se especializan en llenar de basura la red, y de este modo, adquieren notoriedad!

El resultado de ello es una formidable selección a la inversa. Destacan los charlatanes, los que buscan el escándalo a toda costa, y quedan en la sombra las personas serias, los que de verdad piensan y construyen. La envidia los reconforta, y responde a las inquietudes que los corroe por dentro, y les permite justificar su mediocridad y cobardía; hasta creer que son virtudes, y que las puertas del cielo sólo se abrirán para los infelices como ellos, que pasan por la vida sin dejar más huella que sus traperos intentos de hacer menos a los demás y de excluir, y a ser posible destruir, a quienes son mejores que ellos.

¡Sólo los cobardes son valientes con su anonimato! Siendo su principal arma el ordenador y una conexión a internet, que los convierte en acusadores anónimos, dispuestos a criticar la vida de los demás, olvidándose casi siempre de analizar la de ellos mismos.

¡Estas personas crean sus propias tempestades, pero después se esconden cuando llueve! El día que ese anonimato levante su velo, lo cual es sólo cuestión de tiempo, seguramente no sabrán enfrentar con valentía a ese hombre que vilipendiaron, chantajearon, y desprestigiaron; porque vivieron tanto tiempo siendo cobardes, que seguramente terminaron con la valentía completamente atrofiada.

¡Quizás en el fondo, de lo que realmente se están escondiendo es de ellos mismos!

cdoradof@hotmail.com