¡Terrorista político! por Carlos Dorado
Carlos Dorado Jul 03, 2016 | Actualizado hace 8 años
¡Terrorista político! por Carlos Dorado

Brexit

cdoradof@hotmail.com

La mayoría de los políticos, en su afán de lograr el poder o continuar ejerciéndolo, se convierten en irresponsables, y no les importa el país o el bien de la población, si estos ponen en riesgo la pérdida de su poder.

El otro día quedé asombrado, cuando unos amigos míos en Europa, me mostraron una aplicación de marketing y comunicación que desarrollaron, en la que los políticos están siendo uno de sus principales clientes. Al incorporarle a dicha aplicación ciertas palabras, frases, ideas, o temas; se despliega una búsqueda de contenidos que estén relacionados en Internet con esos términos, y le arroja un análisis que indica el grado de aceptación que tendría la idea, qué es lo que más le gustaría a la gente escuchar en relación a la misma, y cómo, y qué decirle a la población sobre el tema.

No creo que David Cameron sea cliente de mis amigos, pues si lo fuera, les falló la aplicación, porque en su afán de salvar los muebles de su casa del incendio político que él mismo desató; se quedó sin casa y sin muebles, creándole un gran daño a todo un país; anteponiendo así sus intereses personales y el de su partido, al de toda una nación, que en teoría dirigía, para construirle un futuro mejor.

¿Construirle un futuro mejor? ¡No sólo se lo desmejoró; se lo truncó!, o al menos la ilusión de tenerlo para la mayoría de jóvenes británicos, pues el 64% de los menores de 25 años votaron por quedarse dentro de la Unión Europea; mientras que un 58% de los mayores de 65 años votaron por salirse. Lo grave, es que los que querían quedarse tienen por delante una expectativa de vida de 70 años, mientras que los que se quisieron salir apenas les queda un promedio de 16 años. Qué paradoja: ¡El futuro lo decidieron quienes no lo tienen, incentivados por un futuro que no les importaba; sino únicamente el suyo!

El populismo de Cameron y su partido, combinados con el nacionalismo de una población que no termina de curarse de sus complejos colonizadores, les impidió ser realistas y pragmáticos, para visualizar que más del 50% de sus exportaciones van destinadas a la Comunidad Económica Europea, mientras que tan sólo importan un 10% a la Gran Bretaña. Que su moneda (que marcó el mayor descenso histórico de los últimos 30 años) ya no está respaldada por la grandeza económica del imperio británico de otros tiempos, y que “la city” corre el riesgo de dejar de ser el centro financiero de Europa.

La política no es sólo saber venderle al pueblo lo que el líder piensa, sino lo más importante es “qué piensa el líder”, y éste debería estar obligado a tener visión de futuro, aunque tenga que sacrificar su poder, para que las cosas sean como deben ser y no como él quiere que sean. Lamentablemente, y cada día con más frecuencia, la mayoría de los políticos usan a la gente, sin darse cuenta de que tarde o temprano se quedarán solos cuando la gente los descubran; pero lamentablemente en la mayoría de los casos “ya el daño fue hecho”.

Mi madre solía decirme que: “El arte de dirigir consiste en saber cuándo hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta”. No creo que Cameron haya tenido la nobleza y la dignidad para abandonarla. ¡No tuvo otro remedio!; pero mientras tanto, se llevó con él a todo un país.

¿Líder? Creo que no llegó ni a la categoría de terrorista político, porque guardando las distancias; los terroristas se inmolan causando muchas desgracias; éste pretendía causar también desgracias, pero salvándose él.