¿Está Ud., dispuesto a perdonar? por Carlos Dorado
¿Está Ud. dispuesto a perdonar? por Carlos Dorado

ElhombredelFerrocarril

 

Quisiera recomendarle una película: “El hombre del Ferrocarril”, con Colín Firth y Nicole Kidman; una historia basada en hechos reales, acerca de la vida de Eric Lomax, un oficial del Ejército Británico capturado por los japoneses durante la campaña de Singapur en 1942.

Lomax, fascinado por los ferrocarriles desde su infancia,  en las noches durante su cautiverio, dibujaba un mapa del trazado de las vías que iban construyendo. Cuando los guardias descubrieron el mapa, fue entregado como un espía a Kempei, la policía secreta japonesa, y un joven llamado Nagase Takeshi le proporcionó brutales torturas que dejaron a Lomax severamente traumatizado física y psicológicamente.

Años después de finalizada la guerra, Lomax descubre que esta fatídica pesadilla aún no había terminado, y su vida continuaba siendo una pesadilla, así que decide regresar al lugar donde fue torturado salvajemente; encontrándose con su torturador Nagase cara a cara, el cual hacía las veces de guía turístico, en el mismo lugar donde había sido tratado inhumana y salvajemente por éste.

Su primera reacción fue matarlo, de la misma forma que trataron de matarlo a él; pero no pudo. A continuación se desata, un diálogo muy intenso entre ambos, donde Nagase le pide perdón llorando desconsoladamente, tratando de aplacar su furia. “Después de tantos años transcurridos, vas a cometer una injusticia matándome, que  sólo te hará sufrir más aún de los que llevas sufriendo”, le dijo Nagase “Fui un cobarde,  por consiguiente fui muy cruel, pero te pido misericordia porque ese es el ingrediente de los valientes, y tú fuiste el hombre más valiente que he conocido”. Lomax le respondió:” Aquellos que tienen piedad con los crueles, terminan siendo crueles con los que tienen piedad, y tú fuiste muy cruel”. Nagase le dice “Tu sufriste unos años por los maltratos que te infringí, yo llevo sufriendo desde ese momento, como un fantasma que me atormenta”

Simón Bolívar, dijo en sus últimos momentos de vida: “Sí, al sepulcro. Es lo que me han proporcionado mis conciudadanos. ¡Pero los perdono!” ¿Debemos de perdonar a los  que nos han maltratado? ¡Sí! No porque se lo merezcan, sino porque sentimos tanto amor por nosotros mismos, que no queremos continuar pagando por esas injusticias que cometieron ellos. ¡Cuando perdonamos nos hacemos superiores a nosotros mismos! Ya que quien no perdona a tiempo, sufre todo el tiempo, solía decirme mi madre; y el perdón siempre contiene justicia. ¡Aunque no sea justo!

¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros? La venganza sólo sirve para eternizar las enemistades en el mundo, y el placer fútil que causa. Una buena sociedad debería enseñar a no ofender, y a no tener nada de qué arrepentirse;  pero ante la ausencia de esto, quizás deba enseñar a perdonar. ¡La venganza es un arma de los débiles!

¡Al final Lomax decide perdonar a Nagase! “Te perdono, porque quiero volver a  vivir con esperanza y con ilusión en el futuro, y no rumiando el daño que me ocasionaste y que sigue haciéndome mucho daño”. Se convirtieron en los mejores amigos en la vejez, y terminaron sus vidas uno perdonándole los maltratos, y el otro  agradecido por el perdón. ¡Ambos volvieron a vivir!

Nosotros como sociedad, llevamos muchos años de odios, sin darnos cuenta de que el futuro no debe de estar hecho de eso.  ¡Es precisamente ese odio, lo que hay que erradicar para que haya futuro!

 

cdoradof@hotmail.com