Un proyecto para el fútbol Latinoamericano, por Luis Miguel Colmenares
Un proyecto para el fútbol Latinoamericano, por Luis Miguel Colmenares

 

Por muchos años, Latinoamérica ha sido reconocida como una potencia en el fútbol. Selecciones como Argentina, Brasil han sido claramente dominantes en los mundiales y continúan siendo exportadores de algunos de los mejores futbolistas del planeta. Sin embargo, tener los mejores jugadores no es garantía de éxito hoy en día, si no se tiene un proyecto que le brinde confianza y seguridad a las selecciones nacionales.

El último mundial fue un golpe muy duro al ego de los latinoamericanos, la primera fecha fue una muestra de lo que se venía, sólo Uruguay ganó su primer partido; sobre la hora del encuentro. La pasión, la suerte, el fanatismo, los cantos y lo pintoresco del juego parece no ser suficiente en este nuevo mundo.

La garra que caracteriza a los latinos fue claramente demostrada por Uruguay, sin embargo, no fue suficiente y quedó afuera en cuartos de final, al igual que Brasil quien sufrió su falta de contundencia e hizo maletas en esa misma instancia.

Argentina fue la crónica de una muerte anunciada, un equipo que llegó al mundial clasificándose en las últimas fechas, con un entrenador que declaró en su libro que ¨odia planificar¨ demostró su escasez de ideas y falta de organización para ser aplastada por la selección francesa en octavos de final.

Colombia planificó un último partido altamente defensivo, conservador, carente de ataque, esperando apelar al azar de los penales, quedó fuera con Inglaterra en octavos de final. Perú que no llegó con grandes expectativas ganó uno y perdió dos, de repente mereció algo de suerte, pero la suerte cada vez demuestra ser más amiga de las selecciones que se preparan más.

Pudiésemos revisar que hizo Bélgica, Francia, Croacia, cualquiera que investigue va a conseguir sustento en internet sobre los proyectos que iniciaron hace varias generaciones, que hoy les dieron esos resultados merecidos basados en un trabajo de fondo. Eso nos serviría de guía, pero más allá de tener una guía y unas instrucciones de uso, se necesita convicción y preparación para cambiar la realidad del fútbol latinoamericano y eso pasa por aceptar lo que está mal para poderlo cambiar.

Los países necesitan proyectos de país y proyectos para sus selecciones, acá algunos puntos que considero deberían ser abordados en todos los países de la región.

 

¿Qué debe hacerse en Latinoamérica para que cada país construya su propio proyecto?

 

1.- Contar con un equipo de proyectos profesional:  

Ningún equipo permitiría que su delantero fuese un ingeniero exitoso que es aficionado al fútbol, de forma contradictoria es común encontrar como los responsables de los proyectos a exfutbolistas exitosos, pero de una forma u otra, aficionados a la gerencia. No es un tema personal, es una realidad, es simplemente evidente que una persona que se ha especializado en una disciplina particular, tiene mayor probabilidad de éxito con respecto a otra que lo logro en otra área.

El equipo de proyectos es esencial, y debe ser un equipo de conocedores de varias áreas, integrado por futbolistas, ingenieros, técnicos, doctores entre otra cantidad de profesiones, y donde todos mediante un acuerdo de voluntades se comprometen en hacer lo mejor en su puesto para alcanzar un objetivo común que es el triunfo de su selección y el avance del deporte en su país.

El director del proyecto debe ser un Gerente de Proyectos Deportivos específicamente, que conozca los principios de la gerencia de proyectos, las necesidades del deporte, las condiciones del ambiente y cuenten con herramientas para integrar los elementos necesarios que permitan encontrar las soluciones a los problemas existentes.

2.- No más Mesías.

No pueden continuar las apuestas a las individualidades. Ese reflejo de nuestras sociedades mesiánicas, donde sólo un hombre puede arreglar el país, sólo DT puede arreglar el fútbol y sólo un 10 puede ganar los partidos, es un lenguaje obsoleto que nos genera daño, ya que el resultado es uno solo, el fracaso.

El bien común debe reinar sobre el protagonismo del DT, el presidente de la Federación, el 10, e incluso el presidente de la República, el bien del equipo y el éxito del mismo es el bien mayor por el que todos deben involucrarse.

3.- Definir el tiempo:

Los proyectos tienen un inicio y un fin, por muy exitoso que sea un proyecto debe tener un tiempo máximo, donde luego pueda venir un equipo de relevo que trabaje sobre lo hecho, mejorando lo que ha funcionado y optimice lo que se pueda mejorar. La generación de relevo es un tesoro que se esconde en Latinoamérica.

4.- Recursos:

Los recursos en los proyectos siempre son limitados, bien sea dinero, equipos o personal, hay que tener claro que jamás se cuenta con recursos ilimitados y que la solución es saber integrar de la mejor forma los recursos que se tengan y no escudarse en las excusas de que no se tiene dinero o alguna ayuda extra, para eso existe el ingenio y la experiencia de los profesionales, para optimizar los recursos y lograr el éxito de los proyectos.

5.- Recursos tecnológicos

La tecnología llegó para quedarse en el deporte, es vital que los equipos cuenten con herramientas tecnológicas para enfrentar a sus rivales, los equipos deben contar con profesionalización para manejar esas herramientas. Esto es una gran oportunidad de comenzar un nuevo camino y debe hacerse bien desde el principio, buscando siempre trabajar con profesionales y empresas certificadas.

Las empresas de maletín, los vendedores no profesionales, los aventureros del deporte deben mantenerse al margen para evitar que el virus de la informalidad continúe socavando las bases de una industria tan importante como lo es el fútbol en nuestros días.

6.- Identificar los Stakeholders (interesados):

Los stakeholders son las personas u organizaciones que participan o tienen intereses en el proyecto, este es un punto esencial a tomar en cuenta en el deporte latinoamericano en general, ya que la mayoría cree que el fútbol se arregla solo con los futbolistas y esto es un error inmenso, algunos Stakeholders son:

  • Los padres: Los atletas antes de llegar a ser profesionales y a una escuela de fútbol, salen de una familia donde los padres tienen una alta influencia en ellos, la familia es pieza fundamental en la formación de los futuros futbolistas.
  • Los dueños de escuelas y entrenadores: No puede esperarse que una selección sea profesional si en sus bases nadie es profesional, eso es como esperar llegar a ser Ingeniero sin pasar por un pregrado y un bachillerato.
  • Los aficionados: La violencia y las mafias que benefician a un grupo pequeño generan un daño desproporcional al alejar a las familias de los estadios, la influencia de personas que sólo velan por sus intereses por encima de los de la organización es algo que debe comenzar a trabajarse de forma progresiva.
  • Las federaciones y gobiernos: El fútbol es un reflejo de la sociedad, para cambiar nuestras sociedades el fútbol nos presenta una oportunidad única de mejorar nuestros países a través de las bases de este deporte, gobierno y federación deben trabajar alineados.
  • Las Instituciones educativas: Colegios, Universidades, deben relacionarse con los atletas de forma especial, esto no quiere decir que brinden beneficios, pero sí deben ayudar en la formación de estos jóvenes que suelen tener excesivas cargas de responsabilidad sobre sus hombros.

Entre los stakeholders también se encuentran grupos negativos que deben neutralizarse, como:

  • Inexpertos en áreas claves: Los toderos deben desaparecer, es bien sabido que el fútbol latinoamericano presenta el mismo fenómeno que se repite en todos los sectores de nuestras sociedades, unos pocos saben lo que se tiene que hacer pero nadie quiere tomar las decisiones poco populares y hacer los cambios. Latinoamérica cuenta con excelentes profesionales en fútbol, economía, marketing,  política, tecnología, estadísticas, entre otras áreas, pero también cuenta con unos seres únicos, que se autoproclaman ¨especialistas¨ en todas los sectores, solo que decidieron no poner a prueba su talento en una universidad y prefieren continuar de forma empírica haciendo daño al rededo

Los países que comiencen a pensar en un proyecto serio, deben saber que sus frutos serán vistos al menos para el mundial del 2030, el cortoplacismo no va de la mano con los proyectos sólidos.

De celebrarse como se espera el mundial del 2030 en Argentina, Uruguay y Paraguay, si los países latinoamericanos no realizaron los cambios necesarios, seremos testigos de un mundial dominado por europeos y asiáticos, en donde Latinoamérica seguirá siendo reconocida por unos fanáticos que cantan muy bonito y se visten con muchos colores, pero no precisamente por el éxito en sus selecciones.

Es momento de darle seriedad a nuestro fútbol y nuestro deporte en general, la profesionalización en la industria deportiva es inminente, este camino beneficiará a los países que aborden de forma organizada esta transición y continuará afectando a quienes sigan aplazando la entrada de los profesionales por mantener e incorporar a improvisadores de profesión como responsables.

 

@lmcolmenares