El Drone y La-Drona por Eduardo Semtei
Eduardo Semtei Ago 13, 2018 | Actualizado hace 6 años
El Drone y La-Drona por Eduardo Semtei

Permítanme primero expresar mi pena, mi tristeza por el trato inhumano cometido contra el diputado Juan Requesens. Filmar a un ser humano en estado de shock, seguramente después de 72 o 96 horas sin dormir,  quien sabe bajo qué efectos químicos o psicológicos y luego darle amplia publicidad a la grabación es un acto vil.  De esta manera se reconoce la práctica cotidiana de la tortura, el vejamen y  la bestialidad como una forma de la política, monstruosidad cometida precisamente bajo el amparo de personas que sufrieron en el seno de su familia la tortura, cuyos padres o hermanos o hijos fueron cruelmente asesinados en la llamada IV República.  Que forma tan despreciable de tomar venganza. Lo canallesco alcanza su paroxismo cuando se justifica tan abominable crimen diciendo que todo se debió al nerviosismo de Juan. 

 

Un vehículo aéreo no tripulado (VANT), UAV (del inglés unmanned aerial vehicle) o comúnmente drones, es una aeronave que vuela sin tripulación. Un VANT es un vehículo sin tripulación reutilizable, capaz de mantener de manera autónoma un nivel de vuelo controlado y sostenido, y propulsado por un motor de explosión, eléctrico, o de reacción.

El diseño de los VANT tiene una amplia variedad de formas, tamaños, configuraciones y características. Históricamente surgen como aviones pilotados remotamente o drones, aumentando a diario el empleo del control autónomo de los VANT. Existen dos variantes: los controlados desde una ubicación remota, y aquellos de vuelo autónomo a partir de planes de vuelo pre programados a través de automatización dinámica.

Más extendido es el término dron, recogido en la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, derivado por asimilación del inglés drone, que literalmente significa zángano, siendo su forma plural regular en español drones.

Eso como un comentario medio fastidioso para iniciar esta conversación, este palabrerío. Durante los años de gobierno del dictador Fidel Castro en Cuba, que fueron más de 50, hubo en su contra, según cuenta el G2 que también opera en Venezuela, unos 600 atentados, todos fracasados. Bombas. Venenos. Explosivos. El atornillamiento de los castro en la isla de Cuba se debió entre otras cosas al radicalismo infantil, torpe y maniático del inmenso exilio cubano, sobre todo en Miami. No hicieron otra cosa durante la vida del viejo mandatario que vivir de las ilusiones de la muerte del barbudo, de alentar conspiraciones y atentados, de rezarles a todos sus santos. Agayú, Babalú Ayé, Eleguá, Ibeji, Inhle, Obatalá, Ogún, Olokun, Orula, Osayin, Ochosi, Ochún, Oya, Changó y Yemayá. Esperando vagamente un milagro que nunca ocurrió.

Nunca existió una oposición organizada, bien planificada, con objetivos políticos claros, con unidad, con un plan de ruta, con salidas pacíficas, democráticas, electorales. Pues no señor, el exilio cubano se dedicó a soñar con la muerte del dictador, con su derrocamiento, con alzamientos militares, con explosiones sociales.  Y allí se les fue la vida, se les escapó la salida, se les rompió el molde, se les cerraron las puertas. Esperando quizás una invasión extranjera mejor que la desarrollada en Bahía de Cochinos donde las tropas comunistas salieron victoriosas.  Dice un chiste cubano que, si en lugar de enviarles aviones, bombas, tiros, cañones para invadirlos les hubiesen mandado perniles, jamones, atunes, panes, cereales, leche, medicinas y libros con toda seguridad la mal habida invasión hubiese resultado un éxito. Otro grave error fue la división entre el exilio, la incomunicación entre los distintos grupos y dirigentes, la ruptura entre los dirigentes en el exterior y los dirigentes dentro del país. Y todos estos fenómenos, todos toditos, están presentes en la oposición venezolana que no se cansa de dividirse. Parece ser que recientemente se reunieron en Colombia María Corina, Ledezma y Julio Borges excluyendo de manera  inexplicable a Henrique Capriles, a Henri Falcón y a otros dirigentes importantes.  En todo caso señalo que fecha más inconveniente, inoportuna  y desaconsejable para verse y que lugar menos razonable.  Parece que quieren designar a Ledezma Presidente de Venezuela en el exilio.  Yo debo insistir que la salida de la horrible situación actual es pacífica, constitucional, democrática y sobre todo electoral, si no queremos que Maduro se convierta en Fidel y Diosdado en Raúl y se “tiren” entre los dos unos 50 años de gobierno autoritario, comunistoide y seguramente dictatorial. Insisto igualmente que tanto Henrique Capriles como Henri Falcón tienen 8 años de experiencia como alcaldes, tienen 9 años de experiencia como gobernadores, ambos fueron candidatos presidenciales, han gobernado y lo han hecho bien, y que una combinación electoral entre ellos mediante la figura presidente-vicepresidente sería una salida extraordinaria, una salida organizada, una salida posible, una salida técnica. Llegarían al gobierno con experiencia, con sabiduría, con un plan económico muy bien estructurado, gobernado bien desde el primer día, con un grupo de técnicos de los mejores del país y con un clima internacional súper favorable.  El otro camino es de la violencia, el de los drones piches, de los drones chimbos que solo conducen a un clima de represión, de venganza, de retaliación y que como en Cuba lo único que consigue es fortalecer al gobierno y asegurarle su permanencia. Pensar que Borges y Requesens son los maestros en el manejo de drones y conspiraciones requiere de una buena dosis de imaginación. Requesens experto en C4 ¡Por Favor!  En cuanto al llamado a un paro no hay irracionalidad más errática.  Sabiendo que el paro petrolero terminó en un desastre, que el sector privado de la economía no quiere ningún paro que solo genera ruina y quiebra, que los trabajadores no quieren paro sino un plan de ajuste, de rescate, de estabilización, de garantía de alimentos, educación, medicinas, transporte, de unos salarios dignos, de una lucha con un plan claro y definido y no  otra aventura alocada de guarimbas, salidas, abstención y pare usted de contar, me atrevo a afirmar que algunos sectores políticos absolutamente incongruentes y en estado febril y con pérdida total de la realidad envían mensajes confusos, aislados, torpes y fracasados para acciones sin fundamento, sin arraigo y sin futuro, sembrando por el contrario nuevas decepciones, nuevos fracasos, nuevas frustraciones. Esquizofrenia al por mayor. Por allí apareció un tal Chato Guédez  llamando al paro desde Madrid donde goza y vive  de sus “ahorros” y tienen el tupé de reclamarle a la oposición venezolana una actitud “firme” y “decidida”. Que riñones.  Les pido a todos mis lectores que vean bien lo de Cuba para que no repitamos el rosario de errores que le dieron a los Castro 50 años de permanencia. La salida no es cuestión de horas, es un proceso laborioso que requiere constancia, unidad. Metas firmes a mediano y largo plazo y jamás pero jamás descartar los procesos electorales.  Esperar que un gobierno capaz de hacer lo que le hicieron a Requesens va a ofrecer condiciones electorales neutrales es simplemente desconocer la realidad.  Ellos son así y así hay que derrotarlos en nombre de la democracia con métodos constitucionales y pacíficos. Y vociferar en las esquinas mayameras que la salida es violenta resulta menos que una raquítica amenaza.

 

@eduardo_semtei