¿Plan de estabilización o plan de destrucción nacional?
¿Plan de estabilización o plan de destrucción nacional? por Eduardo Semtei

 

Las medidas anunciadas por el Presidente representan el  grupo  más  incoherente y contradictorio  de iniciativas  de que se tenga conocimiento en la historia  de la economía mundial.

Todas ellas apuntan precisamente a aumentar exponencialmente las enfermedades y taras de nuestras finanzas: Reconoce el cambio paralelo del dólar a los precios de DolarToday que fue por mucho tiempo el archienemigo del gobierno  y el artífice  de la supuesta Guerra Económica.  Aumenta explosivamente el déficit fiscal monetizando la brecha entre ingresos y gastos. Acelera la hiperinflación a niveles siderales al aumentar los costos y gastos de  todas las unidades de producción mediante un alza del 3.500% de los sueldos y salarios que forman una parte importante de la estructura de costos de todas las empresas. De 5 millones de  bolívares fuertes a 180 millones. Y crea nuevos impuestos y formas de pago con iguales efectos devastadores en la estructura de costos de industrias y comercios.  Al aumentar  el IVA de 12% a 16%, al crear un impuesto especial a las transacciones financieras del 2% a las 133.000 empresas más grandes del país, al obligar a los empresarios a pagar el impuesto sobre la renta de manera semanal, al crear un impuesto especial de hasta el 2% en las operaciones bancarias en general se incrementan adicionalmente las cargas contra los balances de las empresas y sobre todo en la formación de sus costos de producción. La economía empresarial se torna inviable.  El gobierno podrá emitir moneda inorgánica para pagar los sueldos de toda la administración pública que por cierto multiplicará  el dinero en circulación mientras que la empresa privada tendrá que recurrir al aumento de los precios de venta de sus productos como única medida con la tremenda dificultad que el gobierno mantendrá su política de control de precios, esa ecuación revela nuevamente la inminencia del cierre de miles y miles de empresas.

Por ahora podemos afirmar con certidumbre que los pequeños comercios están condenados a la quiebra. Centenares de miles de empleos se perderán en pocos días.  El Presidente afirmó que habrá un financiamiento especial durante 90 días para pequeñas y medianas industrias, es decir no habrá nada para el sector comercial y de servicios que es el principal empleador en la actualidad.  En lo que se refiere a la educación privada el impacto es de tal magnitud que la matrícula escolar tendrá que ser elevada a unos niveles que muy pocos padres podrán pagar, es decir se está liquidando la educación privada que fue siempre un objetivo de este gobierno. Igual sucederá con el destino de: farmacias, zapaterías, empresas de vigilancia, recolección de desechos sólidos, carnicerías, bancos, tintorerías, talleres mecánicos, supermercados, tiendas de ropa, clínicas, restaurantes, diarios, revistas,  estaciones de radio y televisión, garajes, estacionamientos etc.

Todo ello se da en un marco de impago de la deuda externa, de default técnico que impide el financiamiento externo en los mercados mundiales, recordemos que tan solo el 15 de este mes dejamos de pagar por primera vez el principal de un bono soberano, y además ratificamos nuestra ruptura y enfrentamiento  con el Fondo Monetario Internacional, con el Banco Mundial y con el Banco Interamericano de Desarrollo. No tenemos ninguna fuente multilateral de financiamiento. Cuando se habló de aumentar las subastas DICOM a una frecuencia de 3 a 5 veces por semana se olvidó simplemente de decir que no hay dólares para subastar y que en las últimas que se hicieron, cada 2 o 3 meses, sólo se negocian siempre menos de  1 millón de dólares.  En la del 9 de agosto de 2018 se transaron apenas 225.000 dólares, un monto que no significa nada.  Una cantidad despreciable.

El gobierno sigue manteniendo la ficción según la cual existe una especie de Petromoneda, alguna veces llamada por ellos mismos un Petroactivo, llamado el Petro cuyo valor según el presidente es de 60 dólares,  es oportuno recordar que el mismo presidente habló que se habían vendido cinco mil millones de dólares de Petros sin que hasta la fecha haya entrado ni un miserable dólar al Banco Central de Venezuela. El presidente Maduro decreta que el Petro tiene un valor de 60 dólares y tomando el precio del dólar en el mercado negro referenciado por DolarToday de 6 millones de bolívares fuertes por unidad, decreta un valor de 360 millones de bolívares fuertes para el Petro que en los nuevos bolívares soberanos representan 3.600 de los mismos.

Lo más grave de todos los anuncios económicos es el decreto político según el cual hemos llegado al socialismo cuando en realidad lo que hemos llegado es a la quiebra, a la ruina.  Estamos frente a un Paro Nacional Inducido.  El sistema comercial y de servicios no puede sobrevivir en este ambiente y en lo que se refiere a la pequeña, mediana y gran industria el panorama es similar, no solo por el impacto en  costos y gastos en materia del aumento del salario mínimo de 5 millones a 180 millones sino por la carga que se crea de la noche a la mañana en prestaciones sociales. Maduro hizo la economía privada sencillamente inviable.

No existe ningún registro sobre cuántas y quiénes  son las pequeñas y medianas industrias en Venezuela ni tampoco dónde se encuentran, ni existen los sistemas administrativos o registros bancarios de dicho conglomerado por lo tanto es simplemente imposible el anunciado financiamiento por 90 días a las pymes para  neutralizar el impacto del alza salarial quienes están inexorablemente destinadas a la desaparición.

Finalmente amenazar que todas las gasolineras exigirán el carnet de patria para vender a precios subsidiados y que quienes no tengan dicho instrumento la tendrán que adquirir a  precios no controlados abrirá un sistema de bachaqueo masivo mediante el cual quienes compren gasolina a precios subsidiados la venderá a quienes no gocen de tal beneficio.  Es decir el bachaqueo para Colombia no desaparecerá y se abrirá uno nuevo y general en toda Venezuela.

Que otra forma de terminar este documento sino registrando nuestro asombro ante el anuncio presidencial según el cual  en 90 días la  Economía Venezolana estará en pleno crecimiento, habrá desaparecido la hiperinflación y tendremos un equilibrio envidiable cuando en realidad estamos frente al más perfecto Plan de Destrucción Económica del Mundo y ante al cual el Presidente Maduro tuvo la humildad de declarar “Estas medidas tendrán un impacto en la Economía Mundial”. Todo lo anterior no lleva a pensar que el Presidente perdió conexión con la realidad del país. No sabe dónde está parado.

 

@eduardo_semtei