Olvido conveniente o sospechosa amplitud, por Armando Martini Pietri
Olvido conveniente o sospechosa amplitud, por Armando Martini Pietri

 

“Gritos de desesperación y un gran clamor se levantan en toda Venezuela por la falta de comida y medicinas.” Alaridos que todos oímos pero que muy pocos dirigentes escuchan. “Apoyamos todas las iniciativas nacionales de frentes amplios que se han venido impulsando en toda Venezuela.” Eso sí, tiene que hacer lo que digamos sin chistar, condicionados a la jefatura absoluta, con mando a placer, haciendo voluntad, lo que venga en gana y quien no esté de acuerdo, es traidor, divisionista, guerrero del teclado, esta pagado por el régimen y el G2 cubano.

Para comprender mejor lo que la MUD, desgastada, mortecina, agónica, llevada a extremos de óleos en una misa negra cubana de Santo Domingo, hay que leer sin mucho detenimiento el manifiesto presentado en el teatro Chacao, buscando conceptos y términos olvidados antes que los enumerados con engañoso entusiasmo.

Omitieron ¿voluntaria o involuntaria? en el comunicado divulgado, palabras como: tiranía, opresión, despotismo, intolerancia, dictadura, autocracia, corrupción, régimen, bandidaje, robo, delincuencia, “bolichicos”, enchufados, oligarquía, burguesía, exiliados y presos políticos, tortura, persecución, violación de derechos humanos, militares presos, tampoco se nombran a los muertos y jóvenes fallecidos. Ni la “tumba”. Ni los detenidos que le ocultan a familiares y abogados. La falta de justicia imparcial y tantas “cualidades” que caracterizan al régimen madurista; y las pocas menciones realizadas son titubeantes, timoratas, evasivas, cuidadosas, evitando causar incomodidad, malestar y disgusto.  

Concluyó el anunciado, cerrando con broche de oro falso, con una mentira descarada; “¡En Dios y en el pueblo de Venezuela confiamos!”. Lo cual es un embuste del tamaño de su desvergüenza, porque si creyeran en Dios no le mentirían tanto y tan seguido al pueblo, cumplirían la voluntad que ese mismo pueblo -la voz de Dios- expresó abrumadoramente (7.6 millones de almas) el 16 de julio del año pasado. Es casi imposible encontrar virginidades en la casa de lenocinio. 

Bien claro quedó, a pesar de la pésima iluminación del escenario, quizás para disimular conciencias no tan limpias, que el acto anunciando de un amplio frente no tan amplio, más bien estrecho, no se hizo para lo mismo que el propuesto día antes en un escenario menos sospechoso y con más tradición de amplitud, el Aula Magna de la UCV. Aunque, no dejó de despertar angustiosos recelos que la flamante convocatoria terminara con un activista de partido que, micrófono en mano anunció la distracción posterior donde mucho se habló, casi tanto como lo que se ocultó. Pero las que no se disimularon fueron las caras pétreas de los mismos que han venido fracasando en la responsabilidad encomendada de rescatar la República de las garras ensangrentadas de la tiranía -hábil, eso sí, en ser peor-; estaban todos, clamando la misma unión que no han tenido entre ellos, proclamando amplitud que jamás han ejercido ni siquiera a lo interno de sus partidos en los que llevan años con los mismos jefes casi tanto tiempo como la desaforada, asesina, maltratadora y desatinada revolución castro-chavista-madurista. El poco amplio Frente, el nuevo disfraz.

Como objetar que se proyecte “rescatar la democracia, cambiar al Presidente y al modelo anticonstitucional”, en lo cual hace tiempo ya todos estamos de acuerdo y que fue justamente lo que prometieron y no cumplieron, a los ciudadanos que, de buena fe, los instalamos con aplastante mayoría en a la Asamblea Nacional. Muy bien, que propongan “una alianza con el fin de exigir elecciones ‘libres y justas’, e incluso que reconozcan “el papel de los partidos políticos en ‘este gran encuentro nacional de la sociedad civil’, pero han debido precisar no sólo que deben ser los primeros en dar el ejemplo y renovarse democráticamente, sino que también sus dirigentes deben superar “su pasividad y errores del pasado”, en un acto de penitencia, darse golpes de pecho y solicitar disculpas sinceras, pero no como parte de un acto protocolar; además de renunciar para dar paso a quienes han tenido la visión de estadista, coherencia y consecuencia política sin ambigüedades.

Se comprende que soliciten -“exigir” es un verbo excesivo- “la inclusión de las Fuerzas Armadas”, aunque, entendiendo que hay militares honestos, rectos, civilistas, y que siga habiendo en el sector una importante “reserva moral”, no se les reclame que por simple disciplina o la razón que aludan han sido y siguen siendo sostén de un régimen que entre discursos y mucha propaganda nunca ocultó sus intenciones y que tiene buena parte de sus cargos ocupados por castrenses de todos los grados que deberían estar en sus cuarteles y deberes marciales.

Lo que esbozó el Frente Amplio, excepto la presencia impertérrita de los jefes de la arruinada MUD y los olvidos conceptuales, ya había sido propuesto de manera reiterada, con mayor precisión y conocimiento por otra plataforma que desconocieron, arrinconaron y ridiculizaron; la profundidad de la perorata como siempre fue etérea, sin detalles, imprecisa, ambigua muy propios, de la poca voluntaria o involuntaria, claridad de pensamiento, amplitud, análisis esmerado de los problemas y por supuesto, la siempre presente, intención obsesiva de cohabitar con una dictadura que no se atreven a nombrar, pero que acumula elecciones y distorsiones electorales como quien colecciona estampillas.

El evento sombrío (por la mala iluminación del teatro) no fue más que un intento fallido para rescatar lo que nadie cree ni confía, es rechazada porque garantiza fracaso, -seguramente el Presidente, Falcón y acompañantes electorales, están hinchados de felicidad-. La CD tuvo su enterrador; la MUD, paso por Aveledo y recurrió de nuevo al sepulturero y ahora, el Frente vuelve con Aveledo y muy pronto regresará a su trabajo, Chuo. Por cierto, que Aveledo se estrenó y en una demostración distinguida del más insigne y rancio chavismo denuncio una campaña desde los laboratorios de guerra sucia contra el Frente, de todos aquellos que ejerciendo democracia y libertad osan discrepar. ¡Magnifico inicio excluyente, prepotente, ególatra, para una fachada amplia!

¿Hay un camino? Por supuesto, siempre y cuando esa andadura comience por la transición y dar ejemplos contundentes de cambio franco y amplié las posibilidades de renovarse en elecciones libres, democráticas, éticamente contadas y por ello justas. Cuando cualquiera toma la dificilísima decisión de abandonar la patria donde naciste, la familia, los amigos y el terruño para confrontar un presente desconocido, un incierto y desconcertante futuro, que hasta la vida puede costar, significa que el país no tiene ya nada que ofrecer.

¡Venezuela merece mejor y tendrá mejor!

 

@ArmandoMartini