Adán perdió la inocencia (hace rato…), por Carlos Blanco
Adán perdió la inocencia (hace rato…), por Carlos Blanco

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Entre los próceres rojos cunde la ignorancia como una especie de culto apasionado. Esos jerarcas odian los libros en general, pero mucho más los abstrusos textos de Marx, Lenin, Mao o Trotsky; pero, con su cara muy lavada, peroran sobre el socialismo, el imperialismo y las dietas vegetarianas. Hay excepciones a ese cultivo sistemático del oscurantismo. Adán Chávez, hermano e inspirador intelectual del finado, sabe de estas cosas y no por ser la revolución chavista una merienda intelectual intragable, hay que desatender los alegatos de quien debe ser tenido como culpable de convertir una promesa menor del beisbol en militar conspirador.

En declaraciones del 9 de julio, el primer hermano de la República indica: “Si tenemos que tomar las armas para defender la revolución, lo haremos”. Lo dice en un contexto argumental interesante, en el cual afirma: “Haremos lo que tengamos que hacer para seguir en paz”. Es decir, están dispuestos a la guerra –que ya libran, por cierto– para seguir en paz; esta extraña paz que siembra de cadáveres de jóvenes las calles del país. Pero, va más allá: “Ellos ahora están llamando al tal plebiscito el 16 de julio (…) Eso sí es verdaderamente inconstitucional, eso sí es totalmente ilegal, aunque ellos dicen, en ese mundo al revés que cargan, dicen que es el llamado a la constituyente lo que es inconstitucional. Que nadie se deje engañar con eso (…) lo que sí es ilegal y es un intento de seguir con el guion violento y terrorista es ese llamado a plebiscito de la oposición…”.

Obsérvese: tomarán las armas para seguir en paz; el plebiscito opositor, acto ultrapacífico por definición, lo convierten en ilegal, inconstitucional, violento y terrorista. Lo que afirma es que si usted quiere organizar una consulta de opiniones, no puede hacerlo, porque no está en la Constitución. Igual que no está comer helados en la parada de autobús, viajar en avión hasta Margarita, orinar parado, ni defenderse de la represión con el rostro cubierto. En el fondo, lo que Adán Chávez dice es que no se puede hacer nada que los dueños del país no permitan.

Afirma: “Si tenemos que tomar las armas, tomaremos las armas para defender el legado de Chávez, para defender la Presidencia de Nicolás Maduro, para defender nuestra patria, [que] es lo que quiere y lo que dice la mayoría de este pueblo”.

No es nuevo; pero él, que sí sabe de revoluciones, lo dice sin ambages: No permitiremos el cambio y para impedirlo, usaremos las armas. Sépanlo civiles y militares, incluidos generales y sargentos.