Zapateando chismes y misterios tropicales, por Armando Martini Pietri
Zapateando chismes y misterios tropicales, por Armando Martini Pietri

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Venezuela sorprende todos los días. Héroes y heroínas a diario, los olvidamos y aparecen nuevos. Al mismo tiempo, ingratos reales y potenciales, macollando, negociando intereses, agazapados envueltos en sombras, pontificando sandeces y estulticias en bares, restaurantes, fuentes de soda y garitos, desde los encumbrados hasta recónditas taguaras.

Con fantasía y buen humor excepcionales e inagotables, con mala situación y padecimientos, siempre hay un comentario chistoso, irónico, punzante pero afable. Un pueblo que sabe burlarse de sí mismo tiene ventajas, evita infartos y sufrimientos, aunque sorbos de ambarino céltico, hacen milagros.

Pero no todo lo brillante es oro, conjeturar situaciones nos lleva a cometer error tras error sin aprender. De memoria frágil, olvidamos rápido, lo que impide analizar y asimilar traspiés, campeones repetitivos en lo de tropezar con piedras.

El pegasuelas estuvo pateando Caracas silencioso, sin entrevistas mediáticas ni exposiciones botiquineras. El anfitrión de la conversa carpetovetónica diferente a las de iglesias monederas avariciosas y de coleta, cobijado bajo el silencio que demuestra, una vez más, lo insincero de politiqueros que malinterpretan el insuficiente juicio ciudadano con conversas que comprometen sus futuros, ¡qué mala maña de estos tontos, carajo!

Tertulias por días con espléndida atención, pactos que los encarnados se habrían comprometido a no revelar -mala costumbre de loqueros- por las cuales nuestros chicos buenos (pendejo nace, pero también se hace) se encargarían de pacificar la calle -¿y los jóvenes fallecidos? ¡daños colaterales! Un anuncio de mediación OEA u ONU con participación de países observadores como Nicaragua, El Salvador, Colombia, México, Chile, entre otros. No todos ni los mismos que se desearían, pero quien no aguanta dos pedidas para fanfarronear creyéndose jefe y cerebro lo difundió y destruyó el silencio.

Habemus papam, como el cardenal protodiácono informa que un nuevo papa, para desembocar en un proceso electoral regional. Por cierto, el pegamento zapatero sería el compromiso para la liberación de presos y exiliados políticos. No obstante, prepotencias y ambiciones con egos enfermizos y grandes miedos que rayan en pánico, mezcla irritante y poco eficaz que dificulta el tranquilo pensamiento, delirios presidenciales nacientes, anticuados y primitivos, que a poco que pensara en sus noches febriles sabría que son sólo fantasmas.

Medicinas, alimentos, liberaciones y gestos de acompañamiento internacional para suavizar protestas y enrumbar sufragios, nunca llegaron. La insolvencia y falta de palabra repetida resplandeció e hizo estragos. No encontraron al prelado para que hiciera la proclama. Sectores extremos, desesperados como el barbero cortando cabello con tijeras amelladas, argumentaron: sin jefe, no se puede comprometer términos, es simplón y mentecato. Al infringir y violarse mutuamente la señal, el artesano remendón aburrido de tanta informalidad, decide cruzar el Atlántico. Contrariados notificaron al Obispo de Éfeso en el espinoso jardín de rosas y reclamaron la ausencia del pesado intermediario.  

Afortunadamente, los más no desean continuar soportando en sus conciencias a jóvenes -niños- caer en el asfalto. Otros, -los menos- juegan en cambio con estrellas de muerte y apuestan no a una solución sino al protagonismo inoportuno, estúpido, irracional, sin sentido.   

El valedor-tutor no quiere salir más salpicado en este drama tenebroso, es bienvenido en territorio apache, no lo persiguen ni tienen en listas vomitivas, puede jugar con Mickey Mouse en Disneyworld. Actúa con prudencia y juicio, -raro en esta revolución de pacotilla-, ve con agrado un acuerdo nacional de convivencia y conveniencia.

Por eso a pesar de sus degradaciones, se hace el loco y permanece cerca de acontecimientos que se estiman próximos. Rememora con nostalgia las promesas de aventuras ministeriales, en diviso contrario. Se preservó de vainita. No obstante, para el corta cabello el tema produce escozor e inquieta, su cabeza es la principal exigencia. Y otro patrocinador que se la pasa conferenciando sobre un pacto nacional o acuerdo político, es el oscilante saltimbanqui poco desnutrido, enfluxado y de engominada pelambre. 

La letrada heroína está de fiesta, se olvidan con celeridad sus desmanes y desafueros. Sólo comparable, pero no tan repugnante, como el co-autor de la lista maisanta, apartheid venezolano. Bolichicos y afines, felices cual lombrices, por fin logran penetrar terrenos adversos que, si bien no les eran desconocidos, sí de difícil acceso; sus vinculaciones oficialistas eran inconvenientes. El Jefe de la Banda, testigo protegido, ha ido resolviendo problemas, incluidos -según chismes de pasillo- de algunos contrarios, por eso, aquí nos vemos todos. En reuniones de pandilla en la isla La Española, han resuelto incluir a la guardiana. ¡París vaut bien une messe! O Venezuela, por ejemplo, pues Paris ahora con Macron es demasiado droit.

Contradicciones e incoherencias con respecto a la depositaria, sus nuevos fanáticos, deberían exigir, al menos, aclaratoria de muchos asuntos. La que más impresiona -por absurda, pero quizás la única que tienen- es la defensa del legado. Entre quienes firmaron adherirse, evidente mal informados, surge la interrogante: ¿también respaldan el testamento? ¿Cómo es eso? Y por si fuera poco, quienes convalidan recursos ante el TSJ, legitiman la instancia, que, al decir de algunos con expresiones de viva voz, hasta hace poco era írrita, ilegal y llena de malandros. Por cierto, la vigilante se declaró en rebelión, con un nuevo descubrimiento y amor a primer vistazo, el artículo 333 del librito. 

Para este país tragicómico donde lo inesperado no sorprende, son muchos los capítulos por estallar. Helicóptero policial sobre vuela cielos capitalinos lanzando explosivos. Guardia Nacional empuja e irrespeta al Presidente de la Asamblea Nacional. Se declara el abandono del cargo de un Presidente pero se le sigue reclamando y se le reconoce mandatario. Desastres, violaciones, desafueros que se hicieron con la novel mascota serán olvidados, sobrarán fatuos que propondrán perdón e impunidad. Un gobierno diferente que se erija en principios éticos y morales ¿guardará en algún oscuro cajón las órdenes de captura de enchufados, sinvergüenzas, ladrones, partícipes, coautores y bolichicos?

El dilema, salvoconductos o dejar escapar corruptos, bandidos, narcotraficantes y violadores de los Derechos Humanos a cambio de terminar con este tormento y angustia que azota al país. Ésa es la transacción planteada. Pero el miedo es libre, nadie se atreve a manejarla y, menos aún, anunciarla. Interrogantes que Venezuela se hace y que sólo el devenir del tiempo responderá. 

El que no actúa corre el riesgo de que otros lo hagan.  

 

@ArmandoMartini