El cambio tiene riesgos y trampas, por Armando Martini Pietri
El cambio tiene riesgos y trampas, por Armando Martini Pietri

VenezuelaAbr2017

 

Venezuela ha estado bajo el apretón asfixiante de gobiernos autoritarios. Decisiones equivocadas, han llevado al país a tener el agua al cuello parado sobre un terreno pantanoso. Situación más que preocupar, causa angustia y exasperación.

Este infortunio ciudadano, fatídico traspié de la historia, ha llevado cada día a más venezolanos manifestar con las manos desarmadas y fiereza en el espíritu, contra las injusticias de un régimen que se empecina en mantener una ideología fracasada que colisiona con el alma venezolana. Por eso hoy la mayoría está en las calles peleando por su libertad y asegurándose de no morir en el intento.

Leyes y reglamentos no importan, la Constitución se transgrede a mansalva, es letra muerta; los derechos civiles, humanos y políticos, son un mal chiste. Las garantías para defenderse están ausentes, la justicia tomó vacaciones indefinidas, no se tiene ni se confía, no hay donde acudir y pedir ayuda.

Nos jactamos de tener las mayores reservas petroleras del mundo, estamos entre los primeros en gas, repletos de oro, piedras preciosas, acero y hierro, somos ricos, multimillonarios como siempre se nos ha dicho; pero no tenemos qué comer, pasamos hambre, y las medicinas para tratarnos enfermedades no se encuentran. ¡Qué ironía! el mismo Estado se encargó de destruir la iniciativa industrial, comercial. Fabricas y negocios de todos los tamaños y especializaciones han desaparecido, sin que las incontables empresas que funda y expropia el Gobierno, funcionen ni alivien las necesidades del país.

Durante las últimas semanas, Venezuela se ha sumergido en una crisis integral sin precedentes. El oficialismo, incompetente, no logra soluciones, pero manosea una trampa contra el ciudadano, prepara elecciones regionales para el mes de noviembre o diciembre. Por supuesto, si los dirigentes de oposición levantan las protestas que se han mantenido en todo el país. Protestas, además, apabullantemente exitosas.

Este fraude del régimen ayudaría a aliviar la presión, y es probable que sectores acomodaticios acuerden, por aquello de los espacios. Están ansiosos, deliran por obtener un cargo aunque sea de gobernador sin presupuesto ni competencias, alcalde o concejales sin futuro ni posibilidades. Elecciones con el actual Poder Electoral es una estafa cazabobos, una bofetada burlona y cruel al ciudadano. 

El problema no es sólo el CNE, también el TSJ alzada judicial a cualquier reclamo. ¿Está o no roto el hilo constitucional? ¿Hay o no independencia de poderes? La respuesta que todos llevamos en la mente dirá si todo está amañado.

Estamos en una encrucijada histórica, hay que tomar decisiones, llegó la hora, es inevitable, esto es un desastre mientras jefes juegan tirándose una pelota unos a otros. No será fácil, al contrario, incontables serán las dificultades, requerirá mucho valor. Pero hay ganas y el oficialismo lo percibe, están preocupados, inquietos, no lo confiesan y mienten públicamente. 

Quienes plantean diálogo y negociación arguyen que llegó el momento de tender puentes con quienes, según muchos de ellos, violan la ley, atropellan, patean y cercenan derechos humanos, ejercen de malandros, delincuentes y cuanta cosa se les ocurrió.

Negociar cediendo es un error garrafal que conllevaría a una detonación de irritación ciudadana, pues abre aun más la puerta de la ilegalidad. Ya hay casos de sinvergüenzas que, abandonan a conveniencia el régimen, pactando con fragmentos opositores, comprado y adquiriendo impunidad. Comportamiento amoral, rechazado categóricamente por ciudadanos decentes, de principios y buenas costumbres que siguen siendo decisiva mayoría.  

Quienes no son militantes ni de un bando partidista ni del otro, son esa mayoría incuestionable, determinante; razón por la cual, ninguno de los grupos puede imponerse por separado o sobre el otro. Deben contar con la aprobación y anuencia del ciudadano, hoy decidido, al cambio. Seguirán cayendo antifaces, máscaras y caretas.

Incoherencias y contradicciones ya son suficientes. Maduro abandonó el cargo y así lo decidió el Poder Legislativo, sentencia del Tribunal Supremo fue un golpe de Estado. La Asamblea Nacional está en desacato según el TSJ, pero éste ahora está en descomedimiento de la AN, la que eligió por interés partidista, a los magistrados que retuercen el pescuezo de la democracia. Estamos en dictadura anarquizante, pero solicitamos al Presidente en abandono que convoque elecciones, contraposición difícil de descifrar. 

Cárceles repletas de presos políticos y el mundo de venezolanos exiliados. La justicia es extensión del Ejecutivo, la Asamblea opositora con el respaldo y mandato de más del 60% del electorado ha sido reducida a casi nada, el Gobierno gasea a una Venezuela que busca aire, necesita respirar.

El país está desesperado, prolongar la agonía no luce buena decisión, estamos peor que hace un año y cada día la tragedia será mayor. ¿Qué tan difícil es comprenderlo, será que no sufren igual que el pueblo? Lo que sí es innegable, que un desengaño desataría demonios con efectos desconocidos que lamentaríamos en los años por venir.   

Hay que buscar un cambio con el restablecimiento de las instituciones, confiándolas a personas competentes, honorables, de reconocida reputación. Una vez resuelto, convocar procesos eleccionarios transparentes, en igualdad de condiciones, y muy importante, garantizar la representación proporcional de las minorías, para que la composición social se sienta representada, sin huérfanos. Un detalle: sin una disposición clara de la Fuerza Armada, lo anterior es pura habladera de pendejadas.

Una transición, es lo racional, se deben tomar medidas con apoyo masivo de todos los sectores para curar un país enfermo en fase terminal. Pero no será posible con prepotentes, corruptos impunes, abusadores y egoístas; peor, politiqueros que sueñan con quedarse en el poder para seguir robando, disfrutando privilegios, o ilusionados con llegar para deleitarse, complacerse a sí mismos, satisfaciendo egos.

Es hora de decir las verdades como son, aunque duelan, “sangre, sudor y lágrimas” diría Winston Churchill, antes que sucumbir a la mentira, o al populismo acomodaticio, oportunista y ventajoso. 

Afortunadamente, la mayoría está comprometida con el país, lo han demostrado estos maravillosos días de lucha por la libertad. ¡Bravo por ellos, bravísimo por los ciudadanos! recuperan la confianza no la desperdicien, a pesar que aún persiste el infaltable grupito que no le importa e ignoran las querencias y deseos populares. ¡Peligros del cambio! 

 

@ArmandoMartini