Trump: ¿nobleza o charlatanería?, por Luis DE LION
Trump: ¿nobleza o charlatanería?, por Luis DE LION

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El primer discurso como presidente de Donald Trump, se esperaba que fuera muy personal, e inspirado en los de John Kennedy y Ronald Reagan. En todo caso, eso fue lo que anunció el entorno del nuevo presidente norteamericano.

La costumbre, en ese tipo de discursos de toma de posesión ha sido generalmente de una retórica que aspira federar a toda una nación.

Pero finalmente escuchamos un discurso, sin ningún cambio, ni de forma ni de fondo con los que Trump acostumbraba dar durante la reciente y muy reñida campaña electoral.

Eminentemente populista y proteccionista. En particular en lo que tienen que ver con la inmigración y el comercio. Este último punto, el comercial, al escuchar a Trump me parecía estar escuchando al Secretario General del SELA en los años 80.

“Los Estados Unidos primero” frase que Trump repitió desde las afueras del Capitolio el pasado viernes, con una insistencia y una tonalidad, que no se le escuchaban a un presidente norteamericano desde 1829 cuando Andrew Jackson tomó posesión.

“Vamos a transferirle al pueblo norteamericano el poder de Washington” una frase supremamente populista y “juntos vamos devolverle su grandeza a los Estados Unidos” el tono de lo que será el trumpismo en los próximos cuatro años no dejó dudas.

De un lirismo austero, si lo comparamos con Obama. El presidente Trump, desde la capital de las élites y rodeado de estas, siguió con una retórica, propia de un aspirante a la presidencia.

Un hombre que si bien lució presidenciable, durante los actos de la ceremonia de toma de posesión, en cuanto al protocolo y las tradiciones, sin embargo de forma insistente en su primer acto como presidente, Trump, parecía hablarle solamente a sus electores.

En el plano internacional, Trump marcó una gran diferencia con Obama, al evocar desde la presidencia el término terrorismo islamista. “Vamos a unificar al mundo civilizado contra el terrorismo islámico, el cual vamos a erradicar completamente de la faz de la tierra”.

A pesar de un simplismo político preocupante, Trump sumó un punto a su favor, al mostrarse voluntarioso. Lo contrario a su predecesor que acostumbraba catalogar de “históricas” todas sus ideas e iniciativas.

Con todos los poderes de su lado, Trump, podría muy rápidamente avanzar en sus planes. Solo el tiempo y los resultados, nos dirán si el excesivo populismo del 45to presidente de los Estados Unidos, era nobleza de un inexperto hombre político o si se trataba de la charlatanería de un bufón que finalmente no se convirtió en presidente.

 

@ldelion