Arrival: extraterrestres en Maracay, por Isaac Nahón Serfaty
Arrival: extraterrestres en Maracay, por Isaac Nahón Serfaty

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Arrival la más reciente película del director canadiense Denis Villeneuve, trata de un encuentro del tercer tipo con una civilización extraterrestre. Doce naves en forma de gigantescos menhires (esas grandes piedras alargadas verticales tipo Stonehenge) se posan sobre distintas geografías del planeta Tierra causando una conmoción global. Una de las locaciones escogidas por los alienígenas es Maracay (Venezuela). En la película se muestran escenas de los tumultos y disturbios causados por la presencia de la extraña nave sobre la llamada Ciudad Jardín.

La trama del film se centra en el problema de la comunicación (o la incomunicación) entre los seres humanos y los alienígenas. Una lingüista llamada Louise (interpretada por Amy Adams) rompe las barreras de lenguaje y logra establecer una “conversación” con los extraños visitantes. En alguna medida, Arrival es toda una metáfora de la tragedia venezolana. Quién sabe por qué el guionista escogió a Maracay como uno de los sitios sobre los cuales permanecen suspendidas las naves-tótem. Pero cuando un venezolano mira la película no puede dejar de pensar en la terrible situación del país. No puede dejar de sentirse identificado con la imposibilidad de entendimiento que se plantea entre los humanos (la gran mayoría de los venezolanos) y esos seres tan particulares que representan el régimen malandro que desgobierna Venezuela. Además, el hecho que Maracay aparezca en la película le agrega una dimensión particular a la metáfora. ¿Será que Villeneuve pensó en Tarek El Aissami y sus huestes corruptas y violentas? ¿Se habrá inspirado en las famosas “zonas de paz” que el gobernador de Aragua entregó a bandas criminales y que ahora tratan de recobrar masacrando a la gente con las trágicamente famosas OLP?

Hay una gran diferencia entre Arrival y la tragedia venezolana. Cuando finalmente Louise, la lingüista, logra comprender el lenguaje de los alienígenas, entiende que ellos han venido a la Tierra a ayudar a la humanidad. En la película se aborda el asunto de la interpretación y el malentendido como obstáculo para una buena comunicación. Por ejemplo, la palabra “arma” (weapon en inglés) no tiene el mismo significado para los extraterrestres que para los humanos. Los visitantes del universo consideran “arma” cualquier instrumento u objeto que pueda servir de ayuda para alguien o algo. De hecho, ese malentendido casi genera un gran conflicto en la película.

Sin embargo, en el caso venezolano los “alienígenas” que se han apoderado del país no han venido a ayudar a la gente, sino a causar destrucción y generar beneficios para ellos y sus allegados. Cuando usan la palabra “arma” (les encanta repetir que representan una “revolución pacífica pero armada), se refieren a la violencia simbólica y física que ejercen sobre los venezolanos. El Arrival venezolano es la metáfora distópica de unos invasores parasitarios con los que resulta muy difícil dialogar. Si no fuera tan dramático, uno podría cantar a ritmo de chachachá : “Los marcianos llegaron ya…”.

 

 

*Profesor en la Universidad de Ottawa (Canadá) y coautor, con Meir Magar, de la novela La conjura del esplendor.