Maduro: otro argumento más, por V.J. Los Arcos Ayape
Nov 02, 2016 | Actualizado hace 7 años
Maduro: otro argumento más, por  V.J. Los Arcos Ayape

lahoradelasalsa

 

Cada día que pasa, el dictador Nicolás Maduro da uno y más argumentos para ratificar que los deseos de salirse de él se van convirtiendo en más y más ciudadanos en algo imperativo: “hay que salir de él”.

Ya todo el mundo, de un lado u otro, conoce bien la patada a la lámpara que intentó pegar ayer con los insultos y amenazas al diputado Freddy Guevara y a su partido Voluntad Popular (VP); un acrónimo que tampoco gusta mucho porque Aristóbulo Iztúriz Almeida, Marqués de Curiepe y editor de “El Libro de Oro” cree que también le quita la oportunidad a él.

Maduro pateó la lámpara, pero no se dio cuenta que estaba atornillada a la «mesa»; la mesa no se movió y la lámpara sigue en pie.

Entre tomar a esta gente en broma o en serio, el sentido común sugiere tomarla en serio porque, a la hora de la verdad, es capaz de cualquier cosa. Llevar la economía del trueque al extremo de negociar una montaña de negro coque por un montoncito de blanco talco no es cualquier cosa. Es algo muy serio o, al menos, así lo creen en otras latitudes donde los jueces son de larga carrera titulada y no diplomados titulados a la carrera, menester en el cual está inmerso el llamado tribunal supremo de justicia para dejar las cosas «atadas y bien atadas».

Es cierto que a esta gente hay que tomarla en serio, pero… (siempre hay un pero)… ¿cómo evitar tomarla en broma si quien debiera dar ejemplo de sindéresis, no deja de dar la cómica?

“Le président du Vénézuela, Nicolas Maduro, en pleine crise politique, participe à une nouvelle émission de radio sur la salsa”, se lee como pie de foto de fácil traducción en una nota informativa del diario francés “Le Monde”, en conjunto con Agence France Presse (AFP). La vuelta al mundo en 80 minutos.

¿Cómo evitar, tras esto, recordar a aquel personaje ecuatoriano llamado Abdalá Bucaram?. De alguna manera que luego todos dirían “inexplicable”, resulta que el orate llegó hasta la presidencia de Ecuador. El irresponsable salió; tuvo que salir y no precisamente por golpe de estado alguno, sino porque, apartando otros motivos legales como peculado, prevaricación,… el Congreso ecuatoriano optó por cesarle en funciones al determinarle “Incapacidad Mental para Gobernar”.

Se acumulan las razones para que, viendo la conducta del dictador Maduro, se llegue a la conclusión de que hay que insistir en la restauración electoral porque, no hay vuelta de hoja, “hay que salir de él”.

@vjlosarcosayape