Maduro desafía al pueblo opositor, por Armando Durán
Oct 10, 2016 | Actualizado hace 8 años
Maduro desafía al pueblo opositor, por Armando Durán

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No siempre las cosas son lo que parecen. Por esta simple razón, en mi columna del lunes pasado, “La MUD desafía a Maduro”, elogiaba a la alianza opositora porque su respuesta al comunicado del CNE informando que el referéndum revocatorio no podría convocarse antes de febrero o marzo del año que viene, anunciaba cambios estratégicos de notable importancia para alcanzar el objetivo de salir de Maduro, de su gobierno y del régimen en el más breve plazo posible. Pero en esa columna también advertía que, entretanto, volvían a mover sus piezas conocidos factores nacionales y del más allá territorial, con la perversa finalidad de hacer abortar lo que parecía ser, y tal vez nunca había sido, la intención de una parte de la MUD de satisfacer la voluntad de cambio expresada por los ciudadanos en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

Ahora, cuando apenas faltan poquísimos días para el 12 de octubre, fecha en la que según la agenda de acciones anunciada por la MUD en su desafío a Maduro deben iniciarse las movilizaciones de calle con la finalidad de obligar al régimen a convocar la celebración del referéndum revocatorio este mismo año, aquellas sospechas comienzan a hacerse temores muy palpables. En realidad, para factores de tantísimo peso como Washington y el Vaticano, lo decisivo nunca ha sido la libertad como valor esencial y no negociable de la democracia como sistema político y forma de vida. Lo que en realidad cuenta para poderes de esa magnitud es el que no hagan olas del entendimiento y la paz, aunque para ello haya que llegar a acuerdos mínimos, desde todo punto de vista insuficientes, como acaba de verse en Colombia.

El llamado Acuerdo Final que Santos y las FARC firmaron en Cartagena de Indias no era tal, aunque lo parecía, y estos días, cuando parecía que el proyecto fracasaba, lo más probable es que termine siendo un éxito, como permite anticipar la inaudita concesión del Premio Nobel de la Paz a Juan Manuel Santos. La presión de los gobiernos más poderosos y la manipulación de la información por parte de los medios de comunicación facilita la tarea de que muchas cosas no sean lo que en verdad son. Mucho más si lo que se pretende, como es el caso en Colombia y en Venezuela, es eludir sobresaltos con finales imprevisibles, el bochinche, la guarimba y el caos. Es decir, que en este mundo de complejos intereses, casi todos muy subalternos, la paz y el orden están por encima de todo, aunque ello signifique el sacrificio de la libertad y el derecho de los pueblos.

De este sinuoso modo, mientras pensábamos que esos factores habían aceptado finalmente las consecuencias del estrepitoso patinazo de las gestiones coordinadas por José Luis Rodríguez Zapatero desde mayo con el respaldo de algunos sectores de la oposición, vuelven a escucharse voces, todavía aisladas pero perfectamente orquestadas, que desde ya intentan suavizar el impacto que producirá no tener el revocatorio a tiempo y verse el país obligado a esperar hasta mediados del primer trimestre de 2017. O peor aún, pues como para en esa fecha el revocatorio solo permitiría cambiar de presidente, mas no de gobierno ni de régimen, comenzaría entonces la campaña a favor de olvidarnos por completo del dichoso artículo 72 de la Constitución y concentrar todos los esfuerzos opositores en las próximas elecciones presidenciales, cuando, sin la menor duda, al conseguir la oposición un triunfo electoral abrumador, podría reconducir a Venezuela por los senderos de la democracia y la racionalidad económica.

Al menos, ese el desenlace que cada día que pasa sin que pase nada se hace más probable, como si a pesar de la crisis fuera ganando terreno una conspiración de chavistas que sueñan con no llegar al final del camino abrazados a Maduro, y opositores que piensan que, como nada es como parece, tal vez esta sea, gracias a la confusión y las turbulencias de un proceso político tan revuelto, la gran oportunidad de alzarse con el poder.

El país espera que no sea así. Que este desafío de Maduro al pueblo opositor desaparezca a partir del próximo 12 de octubre. Eso esperamos. Y que la MUD, más allá de todas las suspicacias, cumpla su compromiso con el pueblo opositor al pie de la letra.

@aduran111

El Nacional