El Ministro de la Defensa Vladimir Padrino López sorprendió al país este fin de semana anunciando que en territorio venezolano se estaba gestando un golpe de Estado al poder ejecutivo, representado en el presidente Nicolás Maduro. Si acusaciones de esta magnitud se diesen en algún otro país, pronunciadas por un vocero calificado, como lo es en este caso el Ministro de la Defensa, la zozobra y la preocupación embargaría a la ciudadanía; sin embargo el caso venezolano es una excepción. Los venezolanos estamos acostumbrados a declaraciones estrambóticas, anuncios irresponsables y lo que es peor, somos testigos frente a los medios de comunicación, se viola permanentemente desde el poder la Constitución y leyes de la República. En Venezuela cada decisión del TSJ es una especie de acto constituyente, cambiando las normas sin ninguna facultad para ello, siguiendo órdenes de Miraflores.
Ante la pregunta de José Vicente Rangel de si en las actuales condiciones de tensión política hay posibilidad de un golpe su respuesta fue, y cito textualmente: “Hay un golpe en desarrollo, ya lo ha denunciado el presidente Nicolás Maduro, basta con ver las reacciones internacionales, las corporaciones mediáticas actuando, etc., eso es un golpe de estado ya en marcha, hay que verlo así desde afuera y ya con sus conexiones internas”
Frente a una declaración como esta que se suma a las múltiples denuncias de magnicidios, invasiones extranjeras y más intentos de golpes, uno se pregunta: ¿cómo es que no salen a la luz pública los culpables de tanta inestabilidad? ¿No hay capacidad para desarmar estos planes que supuestamente son tan conocidos y evidentes?
Pareciera que no, la capacidad está más bien para reprimir las protestas y manifestaciones legítimas de la sociedad, para decirse chavistas y maduristas e irrespetar lo que reza la constitución respecto a la naturaleza de la institución castrense. Detrás de estas lamentables declaraciones lo que subyace es declararle la guerra a la mayoría de los venezolanos que están exigiendo cambio en el país. Padrino está convirtiendo a más del 80% de los venezolanos en «sospechosos» por reaccionar frente al caos del Cabello-Madurismo.
El Golpe de Estado en Venezuela lo dan diariamente otros actores, que sin ningún pudor vulneran los derechos de todos los venezolanos. Sería interesante entender el concepto de golpe de estado que maneja el Ministro, ya que si entendemos por golpe cualquier manifestación que tienda a desestabilizar la vida de un país generando crisis económica y social, entonces como que no está muy enterado de quién ha definido las políticas sociales y económicas de Venezuela en los últimos 15 años, que nos están llevando sin lugar dudas a la crisis más profunda que ha tenido el país en términos de inflación, escasez, inseguridad y crisis hospitalaria. En fin a una crisis humanitaria que día a día profundiza la miseria y las necesidades de la gente, en especial de aquellos que creyeron con fe ciega en este modelo.
Golpe de Estado es apoyar el desconocimiento por parte de otros poderes públicos de la voluntad popular que eligió un poder legislativo con la esperanza de un cambio pero que día a día es boicoteada. Golpe de Estado es la postergación absurda por parte del CNE del proceso para llevar a cabo el referéndum revocatorio, mecanismo que está consagrado en la constitución en su artículo 72.
Pero una vez más serán inútiles los intentos por generar angustia en la población con esos anuncios de golpes. El pueblo no es pendejo y ya no se come el cuento de golpes, guerra económica y magnicidios. El pueblo venezolano quiere cambio y lo quiere de forma pacífica y democrática. Padrino pasará a la historia como uno de los ministros más irresponsables, que atenta contra la paz del pueblo para satisfacer la sed inconmensurable de Maduro de poder y privilegios.
@carlosvalero08
