Dictadura y economía chavista
Dictadura y economía chavista, por Luis De Lion

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Nicolás Maduro este 19 de abril cumplió tres años en el ejercicio del poder máximo. Cuando ha transcurrido la mitad de su mandato, Maduro, se muestra optimista y promete “crecimiento y más socialismo”.

Dicho esto, no dijo nada. Nada de lo que el país espera. Prácticamente ningún venezolano puede hoy admitir que las cosas van a mejorar. Ni competitividad, ni crecimiento, ni poder adquisitivo, ni desarrollo empresarial, ni menos impuestos, ni calidad de vida.

¿Sueña Maduro? ¿Está mintiendo? Le habla a los jóvenes, pero estos ya no viven en el país. Le habla a los ancianos, pero solo les transmite miedo para lo que les queda de vida. Le habla a los trabajadores, pero solo los desalienta. Le habla a los desempleados, para engañarlos. Le habla a los demócratas, pero los traicionó. Le habla a los militantes, pero solo los insulta. Se le hizo tarde. Diga lo que diga, ya nadie lo escucha.

“Hace tres años ustedes me convirtieron en el  primer presidente chavista de la historia. Yo les prometo… a partir de ahora van a ser tres años de crecimiento, de expansión, de construcción de la felicidad social” aseguró Maduro, el pasado jueves, desde Miraflores durante un conversatorio.

Parloteo en el que solo él se escucha y sus ministros hasta toman notas. Todos cegados ante una espantosa realidad. Una desconfianza de niveles irreversibles ante la opinión pública. Todo traducido en una ingobernabilidad que desafía cualquier cálculo. Solo lo mantienen su capacidad irracional, pero el fracaso es más que palpable.

No obstante, persiste la mentira oficial, el engaño como política de Estado, cuando Aristóbulo Istúriz señala que: “Lo económico es lo prioritario en este momento, de la economía depende la preservación de la paz…”. Una declaración sin sustancia, que apesta a chantaje y que no es coherente con la política económica implementada por el propio régimen.

Miente Istúriz cuando afirma que en Venezuela, “se agotó el modelo rentista económico”. Es ilusorio, al límite de la irresponsabilidad y del crimen político, insistir que estamos en una guerra económica.

Se reafirma en su espíritu y acción deshonesta, el régimen, cuando sus principales cuadros repiten que su prioridad es la economía, mientras solo trabajan por la hegemonía política y la preservación de lo que ellos llaman revolución.

“Humanizar las colas” evocó Istúriz, en el colmo de la imprudencia. ¿Qué pensarán? los venezolanos que pasan sus días, bajo el sol, en largas e interminables filas para adquirir algunos alimentos.

¿Es realmente la economía prioritaria, para la dictadura chavista?

@ldelion