Schengen, por Luis DE LION
Luis De Lión Ene 17, 2016 | Actualizado hace 8 años
Schengen, por Luis DE LION

UniónEuropea

El año 2015 fue de crisis y retos para la Unión Europea. La crisis griega y la llegada de 1 millón de refugiados, conformaron unos desafíos inéditos.

En lo financiero, Grecia, parece hoy encaminarse hacia una salida sostenida. Pero la crisis de los refugiados, casi desmanteló a una de las estructuras de la Unión, como lo es el espacio Schengen.

La libre circulación de personas en un inmenso espacio, en cuyos territorios, hace apenas 70 años se escenificaba una guerra mundial, es un hito universal. No obstante, los retos actuales exigen una transformación de Schengen. Es la conclusión unánime a la que han llegado los países miembros.

Las reformas que han de ser decididas deberán reflejar la visión del futuro de Europa. Un espacio actualmente objetivo del terrorismo de Daesh y de un flujo migratorio sin precedentes. Todo ello sin renunciar al principio de libre circulación de bienes y personas, pilar de la Unión, una integración pionera en la historia de la humanidad.

Es así, como tocará, bien sea reforzar o flexibilizar dichos pilares de la Unión. En ese rediseño, se revisarán posiciones y membresías, pero se debatirá principalmente sobre las ambiciones de la Unión y sobre el mantenimiento de los valores que la fundaron y la hicieron crecer hasta lo que es hoy.

Seguirá siendo un espacio de solidaridad, de apertura y de afirmación de los valores europeos en el mundo. Un conjunto de identidades cuya suma y valor agregado debe preservarse. Puede que hoy las opiniones y la visiones sean diversas, si se mira desde Berlín, París o Varsovia.

Pero el realismo y la necesidad de continuar con el sueño europeo, serán carburante suficiente para reforzar las competencias y capacidades comunes de la Unión europea en sus fronteras exteriores. No es hora de encerrarse, mucho menos de replegarse. La responsabilidad colectiva ante los desafíos de un orden mundial en pleno reacomodo, me llevan a pensar que un nuevo impulso es posible y necesario, para la continuidad del espacio Schengen.