¿Se lo pedimos otra vez? por Andreina Muñoz-Tébar
Dic 09, 2015 | Actualizado hace 8 años
¿Se lo pedimos otra vez? por Andreina Muñoz-Tébar

NM#6D

 

Creo que nadie esperaba que Nicolás, en sus discursos post-derrota, nos regalara un Mea Culpa. Sabíamos que saldría en pantalla tal cual lo hizo: como modelo perfecto para una cuña de televisión del Té de Moringa, ese que tanto ha franquiciado su socio. Pero muy bien ha podido escurrir el bulto; echarle la culpa a su equipo tal y como hacía su padre político:

“Fíjate Nicolás, en varias ocasiones he insistido en esto … es un grandísimo error que estamos cometiendo. .. no lo cometamos más Nicolás … dónde está!!?… No ha funcionado Nicolás”

“Diosdado, a mi no me gusta mucho esa respuesta de que nos reunimos… nos hemos reunidos… Resultados!!”

 

Aparentemente esa táctica no le vino en el paquetito entregado en legado; ha podido echarle la culpa a Jorge Rodríguez por su 1×10, a Diosdado por la designación de los candidatos lista, a Osorio por no planificar la llegada de comida importada un año antes de las elecciones, a Haiman El Troudi por las inundaciones y colas en la Valle-Coche, a Madroñero por decirle mujer de la calle a una digna periodista; Uf, sobraban los camaradas en quienes escurrir el bulto. Pero Maduro optó por regañar a los chavistas que no le dieron su voto (traidores les llaman ahora), y lo peor, culpar a la Guerra Económica que él y su ineficiente gobierno quisieron venderle a un pueblo. Insiste en un mensaje no comprado, para nada creíble por casi 8 millones de electores que se expresaron en las urnas, y unos cuantos más que se abstuvieron o no pudieron votar por tratarse de elecciones regionales.

Como anexo a este análisis derrotero propone entonces unas semanas de “Terapias de Grupo” para, según dijo, trabajar en la “unión profunda, política, organizativa del movimiento revolucionario (…) Unión de los patriotas, de los chavistas, de los bolivarianos, es lo primero (…) Grandes dificultades son las que nos ponen a prueba”

Definitivamente Maduro no entendió la letra que con tinta morada marcó en su Boleta el pueblo: Una D doble Menos, calificación que equivale a un 04 de aquellos mis años como estudiante. Quizás tampoco entendió la seña que, según observación capciosa de algunos, mandó la rectora Oblitas cuando caminaba hacia el Centro de Prensa del CNE: ¡Estamos Fritos! En vez de poner de inmediato a trabajar al montón de candidatos que pretendían pasarse los próximos 5 años levantando la mano con la señal de costumbre a cuanta barbaridad propusiera Cilia (o Diosdado) desde la presidencia de la AN, el derrotado en los comicios del pasado domingo decide que lo realmente importante es reflexionar y llorar juntos, lavar los trapitos rojos en casa, para que la revolución salga fortalecida.

No pretendo buscar chamba como Asesora Rojita, tampoco quitarle el puesto al dueño del diván del proceso, pero mire, Señor Maduro, todavía le quedan unos años en la presidencia, ¿Sabe? Si, por ahora sigue teniendo Poder (Ejecutivo), ese que tanto lo ha engolosinado y cegado. Así que, asígnele a cada perdedor una “Misión Ponte Pilas”. Por ejemplo construir, pero de “verdaíta”, las 20 Urbanizaciones Caricuao que en campaña aseguraban estar entregando. Reactivar en serio, con cosecha en pantalla, el campo venezolano para que en una próxima campaña no dependa del envío de buques con arroz, caraota, papa y café para el pueblo venezolano. Regrese a Haiman a la vía para que termine las obras; claro, ahora rindiéndole cuentas a la asamblea, pero no se preocupe: si todo está OK esos créditos para cemento y cabilla están más que aprobados. Métale coco al problema de la inseguridad; aproveche que Bernal está libre y sin compromiso; quien quita quiera ayudarlo a pesar de haberlo sacado antes de “la jugada”.

En fin … Podría pasarme la vida enumerando trabajos impostergables para la “Misión Ponte Pilas” en Grupo, pero tengo que ocuparme de otros trabajitos pendientes para poder hacer mercado en esta Venezuela con Híper Inflación y Desabastecimiento. La misma Venezuela que exigió todo lo anterior, y mucho más, en cada voto al elegir una Azulada Asamblea.

Eso de “Hacerse El Duro”, como decimos los venezolanos, no pareciera buena conseja. Sobre todo tomando en cuenta la real posibilidad de que en una próxima vez, con el voto, los venezolanos no pidan cambios de políticas económicas y sociales, sino el cambio, por referéndum revocatorio, de quien todavía debe dirigir los destinos de un país.

@dremunoztebar