Al FMI: El chance para evitar el colapso por Alexander Guerrero
Al FMI: El chance para evitar el colapso por Alexander Guerrero

FMI2

 

La situación financiera venezolana, la de PDVSA y el gobierno en tránsito hacia un default llega a extremos, la crisis de balanza de pagos y fiscal, -twin déficits- presente desde finales del 2012 trajeron la hiperinflación, ya oficialmente declarado por calificadores de riesgo internacionales, combinada con severa escasez (71% de bienes esenciales), colas y racionamiento, todos fenómenos propios de una voraz hiperinflación empujando la economía a un crecimiento negativo sin precedentes, el cual en cinco años ha vuelto añicos el ingreso de la familia.  Las presiones sociales fueron enfrentadas por el gobierno con una brutal represión militar y policía, y además por una perversión de los mecanismos naturales de distribución, esta vez de bienes muy escasos.  

El gobierno violó los mecanismos naturales del mercado para poder satisfacer los deseos de sus grupos de colectivos revolucionarios sembradores del temor, terror y crimen en la población general – bachaqueros-  quienes se apropian de los escasos bienes que llegan a los centros masivos de distribución, bajo el amparo de los cuerpos militares y paramilitares del gobierno. Clase media y el hombre de a pie empobrece bajo la presión de esta tenaza, la represión económica por contarles y la represión policía con el peso de los poderes públicos y la fuerza armada. El poder político reposa en este esquema violento que teme a que el empobrecimiento global del venezolano se desborde social y políticamente.   

 

A default a ritmo de intenso empobrecimiento

Con una economía contrayéndose en más de 12% en 2015 –acumula un crecimiento negativo de -20% en tres años-  y con el riesgo de profundizarse para el 2016, y en ruta de un esperado default, probablemente de tipo técnico, con una solicitud que el gobierno haría para reestructurar deuda de PDVSA, esencialmente, y con tasas de interés superiores a 30% que registra el enorme riesgo de prestarle fondos a Venezuela, deja al país en ascuas, por falta de gobierno que tome las decisiones políticas y económicas básicas que creen crear las economías que el volumen de dólares en el mercado hoy menguado por reducción del ingresos petrolero -renta petrolera negativa- entrampado por caída de la producción y de los  precios del petróleo.

 

 

Los malos negocios que hay que acabar

En medio de esa astringencia  financiera y sin mercados, el gobierno intenta arrecostarse a China, gravando producción petrolera en un  acuerdo comercial – un sofisticado trueque– que tampoco genera liquidez internacional –divisas- que el mercado requiere, pero al mismo tiempo, como un rachet  presiona las finanzas  de PDVSA  y el fisco, creando un curioso circulo vicioso que nos lleva directo al default. Esos acuerdos chinos hay que reclamarlos y mantener con China la relación básica de país comprador de petróleo venezolano en las condiciones del mercado internacional.

 

El rescate (bailout) por parte del FMI

Con esa realidad económica y social crítica y extrema, el gobierno se niega a asumir su responsabilidad y aplicar el remedio requerido para abandonar el veloz camino de empobrecimiento y ruina que traemos desde hace más de diez años. Esa misma realidad muestra que, agotadas las fuentes voluntarias de financiamiento en el  mercado de capitales –mercado de deuda- para fondear el crecimiento económico, resta únicamente acudir al bombero financiero per excelence, de última instancia, el FMI, para eso está allí. Sin embargo el gobierno se niega a hacerlo. Cuáles serían las razones?

Y uno se pregunta cuáles serían las razones para que en esta severa  astringente situación financiera por e liquidez internacional, el gobierno no  ha dado los pasos requeridos y necesarios para solicitar asistencia financiera al FMI, o en su defecto, y  lo que creo es más adecuado, y aconsejable, un rescate financiero –bailout- como el que el FMI le dio a Grecia hace dos años, pero con los correctivos requeridos para que el gobierno quede obligado a cumplir el programa de estabilización y posterior crecimiento sostenido.

En ese sentido es importante que todos sepamos que todos los países miembros del FMI, tienen derecho a solicitar asistencia financiera en el momento que lo requiera, el Directorio aprobaría el acuerdo y una vez establecidos los niveles de endeudamiento a someterse al FMI, la elaboración de un programa económico de estabilización  para acabar con la hiperinflación y retornar al crecimiento. Mi planteamiento  particular al respecto y que he propuesto desde hace  dos años, es solicitar al FMI un bailout cuyo monto estimo en $45.000 Millones.

 

 

Ajuste fiscal y privatización masiva

El acuerdo con  el FMI permitiría estabilizar los flujos de liquidez internacional –divisas- con la eliminación de todos los controles y volver a un esquema de libertades económicas, con un serio ajuste fiscal, con privatización de las empresas en poder del Estado, extensiva al petróleo, de manera de garantizar viabilidad fiscal. Ello haría posible, la vuelta a una factura fiscal que detenga la monetización del déficit fiscal, el caldo de cultivo de la hiperinflación,  permita reacomodo monetario y cambiario y para lo cual  mi propuesta es la de un régimen monetario y financiero “bimetalismo” con circulación conjunta del bolívar y el dólar.

 

 

El régimen monetario “bimetálico”

Ello requerirá acometer los mecanismos de regulación y ordenación financiera en dos monedas, en SUDEBAN y el BCV para que el reacomodo monetario que libere los controles permita a la gente adquirir dólares o bolívares según sus preferencias y pueda al mismo tiempo llevarlas al flujo de dólares o bolívares en sus cuentas en el sistema financiero nacional en el marco del propio territorio, sin que ello implique eliminar la movilidad de capitales, pero si ayudaría al gobierno a corregir desequilibrios que pudieran mover los capitales fuera de las fronteras.

 

Un Estado de Derecho Económico: libertades y propiedad

Así la asistencia financiera del FMI, traería entonces la liquidez a endosar que bajo un marco de confianza y buen gobierno, se redacte en la  Asamblea Nacional un estatuto de defensa de la propiedad privada, que haga confianza para que los venezolanos que tienen ahorros externos puedan libremente repatriar e invertir en una Venezuela cuyo gobierno no podrá expropiar; de lo contrario no habrá remedio y un millón y medio de venezolanos más se iría a la dispara generada por un desequilibrado y perverso y criminal proceso políticos que ha destruido la nacionalidad y convertido el país en un centro de narcotráfico, criminalidad, contrabando , saqueos, de empresas y tierras, y total inseguridad individual, y una tierra  donde nadie quiere invertir una locha.

 

@AlexGuerreroE

alexguerreroe@hotmail.com

www.alexanderguerrero.com