¿Cree la gente las mentiras del Gobierno? por Reyes Theis
¿Cree la gente las mentiras del Gobierno? por Reyes Theis

mentiras

 

El uso de la mentira es algo delicado que requiere algunos elementos para que el contenido sea creíble por la audiencia. Lo fundamental y que sabe desde un niño hasta un marido infiel, es que la mentira debe ser creíble.

No entramos aquí en las consideraciones de orden ético, que sin duda, nos llevaría a defender la defensa de la verdad a ultranza. Pero la verdad es que la mayoría de políticos caen en la tentación de no decir información que moleste a la audiencia y como sus éxitos dependen del juicio de la opinión pública, mentir puede ser una vía expresa, pero peligrosa.

Una vez que el Gobierno venezolano ha logrado el control hegemónico de los medios de comunicación, se podría pensar que esta realidad podría facilitar la difusión de información falsa o de rumores que al no tener contrapeso periodístico, se acepte como verdad sin ningún tipo de resistencia por la audiencia.

Esa es la base de la Teoría de la Aguja Hipodérmica planteada por Harold Lasswell (EEUU 1902-1978): la audiencia es inerme y manipulable ante unos medios de comunicación todopoderosos. El detalle es que esta tesis en 2027 cumplirá 100 años y que la investigación en el campo de la comunicación ha demostrado que los valores, las experiencias, los deseos, sentimientos y diversos aspectos relacionados con la audiencia, juegan un papel importante para que esta acepte o no el contenido del mensaje.

Cuando el Gobierno señala a paramilitares colombianos de ser los responsables de la inseguridad en Caracas, el Gobierno cuenta con que su maquinaria hegemónica hará el trabajo para que la gente así lo crea, de igual forma cuando el presidente de la República Nicolás Maduro acusa al “imperialismo” y a la “derecha” de los disturbios y saqueos en San Félix, estado Bolívar.

Pero, ¿Le puede creer el ciudadano humilde de las barriadas caraqueñas al Gobierno, cuando en su día a día tiene que lidiar con los malandros, muchos de los cuales vieron crecer? Cuando además saben que si algo se asemeja al paramilitarismo colombiano es al uso de colectivos oficialistas, que muchas veces manejan el negocio de la droga y del robo de vehículos en el barrio.

¿Puede creer el venezolano que se sacrifica en largas jornadas de colas en supermercados, la tesis gubernamental de que los disturbios en los centros de abastecimiento son generados por la oposición o por EEUU, cuando conocen de primera mano la realidad, porque la sufren a diario?

A estas alturas de juego, la hegemonía comunicacional, si bien sirve de dique momentáneo, ya que la gente se demora un poco en conocer lo que acontece en otras partes del país, al final la información fluye y la gente se termina enterando por diversas vías, las redes sociales, Internet o la llamada de un familiar o amigo.

En este sentido, el tamaño de la basura que ha acumulado el Gobierno es tan grande que es imposible esconderla debajo de la alfombra y más bien, en la medida que insiste en la mentira como argumento, no solo se deslegitima frente a sus adversarios, sino que va perdiendo además la credibilidad frente a sus seguidores. Las cifras de la encuestas no son entonces fruto de la casualidad.

 

@reyestheis