Estado y saqueo por Luis DE LION
Luis De Lión Ago 02, 2015 | Actualizado hace 9 años
Estado y saqueo por Luis DE LION

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Llevo tiempo diciendo que, debemos reconocerle a Maduro, al menos una cualidad. El no hace nada para agradarnos. Su indiferencia respecto a los sentimientos que él inspira es sorprendente. Paradójica perseverancia, la de un dictador que carece de constancia, salvo en su admiración por Fidel Castro.

Lamentablemente Maduro no duda un solo instante de sí mismo, lo que podría ser percibido como gesto de autoridad, es la reacción propia de un animal político de sangre fría. No hay sentimientos, mucho menos emoción. Puede que se deba al hecho que no tiene sentimiento alguno por el cargo, ni por el país, ni mucho menos por la nación. Nada parece afectarle, ni su propio descrédito político, ni la gigantesca crisis que atraviesa Venezuela en todos sus ámbitos.

Maduro no transmite autoridad, no porque la desconozca, sino porque no la entiende, jamás la ha conocido, mucho menos practicarla en un contexto republicano y democrático. Sus edictos conllevan más desprecio que solemnidad. La confianza en él mismo es directamente proporcional a la desconfianza que provoca su manera de gobernar. Hasta ahora esa ha sido su fuerza, de cierta manera. Pero todo tiene sus límites.

Esta semana el informe de la ONG International Crisis Group, señalaba a propósito de Venezuela que: El descenso pronunciado de los ingresos reales, la marcada escasez de alimentos básicos, medicamentos y otros productos básicos, junto con el colapso de los servicios sanitarios, son elementos de un problema social inminente.

Las violentas escenas de los saqueos de éste pasado viernes en la ciudad de San Félix, reflejan la proximidad del grave problema social, al cual hacen alusión, además de las ONGs, los medios extranjeros y el grupo de expresidentes iberoamericanos.

Pero el saqueo en la Venezuela chavista, tiene connotación de Estado. Una práctica recurrente en estos últimos 16 años y que tuvo un nuevo capítulo ésta misma semana con la “expropiación” de un centro de distribución de las Empresas Polar. Por lo que cobra de nuevo validez, la valiente frase de la diputada María Corina Machado “expropiar es robar”.

Pero estos actos en apariencia, improvisados, aproximativos, aleatorios, que a simple vista parecen chapuza de vice ministros, son en realidad, una política de Estado.

Esta campaña de destrucción oficial, luce interminable, y mientras más tiempo pase, más difícil será, la tarea de los encargados de hurgar en el inconsciente social de Venezuela, para obtener la inspiración de lo que sería la estrategia política de la dirigencia opositora.

 

@LDeLION