Una campaña fastidiosa, aburrida, bajo el formato de, pida usted que yo le doy. Así transcurre la campaña electoral que con todo desparpajo e inconsciencia está llevando adelante Nicolás Maduro. El desinterés del electorado es evidente. Por ello, se inventa la historia del mango.
¿Qué más debo hacer para llamar la atención? se preguntará Maduro.
El balance de su gestión, al frente de los destinos de todos los venezolanos, es un cúmulo de políticas sin resultados. La expectativa creada, éste primero de mayo, sobre el anuncio de un “revolcón económico” resultó una vez más, en una confesión dramática de la incompetencia presidencial.
Acordó un 30% de aumento del sueldo mínimo. ¿Qué pretende exactamente con eso? Transmitir una imagen personal bondadosa o justificar su incomprensible política económica. Sin duda, que no logró ni lo uno, ni lo otro. La confusión sigue siendo fatal para el país.
Con Maduro, ya no se puede esperar a decir que será el balance de su gestión, lo que lo juzgará. Nadie en su sano juicio político, le acordará una esperanza.
Su desaliñado discurso transmitido en cadena desde la plaza O’Leary, no aportó ningún anuncio de importancia, no estuvo acorde con la urgencia, ni mucho menos con la energía necesaria para salvar al país de ésta, su más grave crisis.
No le habló a los obreros, de los cuales él pretende que son su obsesión, la del ”primer presidente obrero”, que de forma bastante abstracta, sólo les ha ofrecido eternizarlos dentro de la política del asistanado. Ninguna referencia a la creación de riqueza.
Estamos en una guerra, repite Maduro. El mismo se responde, la vamos a ganar. El dios proveerá y sus ministros sonríen.
De éste lado, la reciente oferta de convivencia, que ha hecho un muy venido a menos, dirigente opositor, víctima de su interminable crisis de retórica política. Constituye a éstas alturas de la dictadura, luego de 13 años de cohabitación, una terrible confesión de sumisión política.
¿Qué debe hacer Maduro? Recoger e irse. Es lo que muchos pensamos, es lo que una muy amplia mayoría de venezolanos desean.
@ldelion
luisdelion@gmail.com
