Apenas 5 días después que el ex presidente Bill Clinton dijera en Miami que la liberación de Alan Gross podría ser el inicio para que EEUU levantase su embargo económico a la isla, Cuba libera a su más preciado preso político. Gross fue arrestado en 2009, y condenado en 2011 a 15 años de prisión, acusado de espionaje y conspiración contra la Revolución. Esto ocurre 2 días después del rotundo fracaso de Nicolás en la avenida Bolívar en su convocatoria anti imperialista, y, tres días después de celebrar en La Habana, el décimo aniversario del ALBA.
La cumbre del ALBA fue un concurso de las mejores anécdotas del finado, alabando su poder, su capacidad de convocatoria y su indiscutible generosidad. La mayoría se refirió a él y a Fidel como gemelos políticos, una forma honesta de entender a Fidel Castro como un muerto y al finado como un dictador. Los 10 años del ALBA contaron con la bonanza de los precios del petróleo venezolano, con esos presupuestos calculados con bases menores, lo que le permitió al Gobierno usar los excedentes como caja chica, sin preocuparse por períodos de crisis como el presente, sin reportarle a nadie, habida cuenta de unos poderes públicos alineados para la voluntad de un solo hombre, con alianzas pagadas en perjuicio de la nación, pero a beneficio del líder del PSUV.
Los líderes del ALBA asumían como un logro su permanencia continua en el poder y su mejor ejemplo era el finado. Daniel Ortega tardó mucho en sincerar el objeto de su presencia en la cumbre: más recursos para Nicaragua a cambio de su apoyo. Ralph Gonsalves, Primer ministro de San Vicente y las Granadinas le puso un poco más de poesía: «Dejen a Venezuela seguir fortaleciendo al Caribe”. Pero era muy difícil llevar las potenciales sanciones de EEUU a funcionarios venezolanos a la categoría de bloqueo económico. Muy difícil. Más sencillo era asumir que Petrocaribe les quedó pequeña, que el fracking ganó, y que sin el liderazgo carismático del finado convocando prensa internacional para cubrir sus “locuras” y con los bajos precios del petróleo venezolano, nada había que buscar ahí. Cada loa al finado era un gancho al hígado de Nicolás, salvo que él no lo entendió. Nicolás estaba desnudo, al ALBA no podía llevar los videos del finado que transmite todos los días en Venezuela. Y sonreía orgulloso con cada mención al finado, sonreía y asentía.
Cuba libera su mejor preso político y Nicolás se queda solo. Su socio, su hermano, su referente, abre relaciones con EEUU justo cuando él quiere romperlas por unos pocos funcionarios con sanciones individuales. El Presidente Obama afirmó en una entrevista la semana pasada, que EEUU ha estado en conversaciones sobre cómo “llevar a casa” a Alan Gross, o sea, ya Castro sabía de esto en la celebración de la cumbre del ALBA. Varios medios estadounidenses reportan que la liberación de Gross forma parte de un acuerdo más amplio de intercambio de prisioneros. Barack Obama y Raúl Castro anunciaron que declararán oficialmente sobre el tema. Y Nicolás, colgado de la brocha.
(((Noticia en desarrollo)))
@Naky
