Venezuela y Rusia pidieron recorte de producción petrolera a sauditas
Venezuela y Rusia pidieron recorte de producción petrolera a sauditas

ljBNZ

Vía ACN

Tras la filtración de que Arabia Saudí ha reducido su producción en septiembre, uno de los posibles motivos por los que el país asiático ha cambiado su estrategia son las continuas peticiones de Venezuela y Rusia para que recortase la producción de petróleo, con el objetivo de que el precio del barril volviese a precios más altos.

Arabia Saudí ha sorprendido a los mercados con un cambio en su política de producción de petróleo. Tras varios meses en los que la oferta de barriles ha crecido con fuerza mientras el precio por barril caía, ahora, el segundo mayor productor de petróleo del mundo anuncia que reduce su producción de ‘oro negro’, al menos en septiembre.

Según publica el portal financiero Bloomberg, Arabia Saudí ha reducido su producción de barriles en 328.000 unidades por día hasta los 9.360.000 al día. Antes de esta recorte, el mayor de productor de OPEP (OPEC) estuvo bombeando 9.688.000 barriles al día, lo que supone que el recorte de producción es del 3,3%.

Tras darse a conocer la noticia, el precio del petróleo ha comenzado a subir con cierta fuerza (más de un 1%), tanto el West Texas como el Brent, barril de referencia en Europa.

Decisión sorprendente

La decisión ha cogido por sorpresa a los mercados. Y es que aunque la reducción se haya producido en septiembre, la estrategia de Arabia Saudí en los últimos meses había sido justo la contraria, aumentar la producción con la intención de que el precio del barril cayera. De este modo pretendía que acabar con parte de la competencia, ya que el coste de producción del barril en Arabia es de media de los más baratos del mundo.

El reino saudí estaba dispuesto a aceptar que el valor del petróleo estuviera por debajo de 90 dólares por barril, y tal vez hasta de 80 dólares, por un año o dos, según varias fuentes que habían sido informadas sobre recientes conversaciones en los círculos de la OPEP.

El objetivo primordial de esa estrategia era erosionar la rentabilidad del petróleo obtenido a través del ‘fracking’. El coste de producción del petróleo obtenido a través de este método se encuentra entre los 60 y los 80 dólares, por lo que un barril de petróleo por debajo de los 80 dólares podía hacer daño al ‘fracking’ en términos de rentabilidad.