Manifestantes se enfrentan con policías antimotines en una marcha rumbo a la oficina del ombudsman en protesta contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro en Caracas, Venezuela, el lunes 29 de mayo de 2017. Las protestas han dejado varias decenas de muertos desde hace dos meses. (AP Foto/Ariana Cubillos)
En el marco de 60 días de protesta, la oposición en Venezuela retará de nuevo este martes al gobierno con una marcha que buscará llegar al corazón de la capital en medio de una escalada de las manifestaciones y un creciente espiral de violencia que ha generado preocupación entre diversos países.
Opositores y universitarios convocaron a una movilización que partirá desde el este de Caracas hacia la sede del Ministerio de Relaciones Interiores Justicia y Paz donde protestarán contra actuación de las fuerzas de seguridad, que han sido cuestionadas por la Fiscalía General y algunas organizaciones humanitarias.
Desde hace dos meses que comenzaron las movilizaciones, la oposición ha tratado de marchar en varias oportunidades hacia el centro de Caracas, donde está la sede del gobierno, pero las autoridades les han impedido el paso.
“Están llevando esto a un terreno muy peligroso», dijo el dirigente y ex candidato presidencial, Henrique Capriles, al denunciar que las fuerzas de seguridad realizaron la víspera una «salvaje represión» durante una protesta en el este de la ciudad donde resultaron lesionadas más de dos centenares de personas, de las cuales 65 sufrieron heridas por canicas de cristal y 76 por balas de goma.
Capriles dijo la noche lunes a la prensa que cuando se retiraba de la marcha, junto con sus colaboradores, fue «emboscado» por guardias nacionales, con los rostros cubiertos, quienes golpearon a su equipo de seguridad y a él, y les robaron sus pertenencias.
«Aquí no hay planes de rendirse», dijo por su parte el presidente Nicolás Maduro al ratificar que no está dispuesto a ceder a las presiones. Los adversarios demandan elecciones generales, la liberación de los presos políticos, la apertura de un canal humanitario y el respeto a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.
Maduro dijo el lunes que el diálogo en Venezuela ha sido imposible debido a que el presidente estadounidense Donald Trump lo ha impedido. Asimismo, acusó a Washington de buscar un golpe de estado.
El gobernante anunció la activación de un «comando nacional de seguridad antiterrorista» que será dirigido por el general Gustavo González López, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional.
En tanto, cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) se reunirán el miércoles en Washington para debatir sobre la crisis venezolana. La creciente espiral de violencia ha dejado al menos 60 muertos, más de 1.100 heridos y varios centenares de detenidos.
Al mismo tiempo, Venezuela enfrenta una crisis económica que se ha complicado por la baja de los precios del petróleo, que financia 96% de los ingresos que recibe el país por exportaciones.
