“No se trata de reivindicar una noción abstracta de democracia, sino de defender derechos fundamentales”, expresó Vivanco. “Sin independencia judicial, las víctimas de abusos gubernamentales no tienen dónde acudir para lograr protección, ni tampoco pueden esperar que exista la rendición de cuentas que podría prevenir futuras violaciones de derechos humanos”.