Para la directora de Transparencia Venezuela, Mercedes de Freitas, es absurdo que el país tenga que enterarse del verdadero rostro, funciones y acciones del tesorero de la Nación, Carlos Erik Malpica Flores, por una investigación periodística, en este caso publicada por Armando.info, Runrun.es, Poderopedia y El Pitazo. “Es una información que todos deberíamos conocer por tratarse de un funcionario público del alto gobierno. El tesorero de la nación no puede guardar tantos secretos”.

En los países que suscriben los principios de transparencia administrativa, los ciudadanos tienen derecho a saber no sólo la declaración jurada de bienes de los funcionarios sino también la declaración de intereses, es decir, la relación de los trabajos que realizó en los últimos años, instituciones donde ha estudiado, su afiliación a asociaciones gremiales y recreativas así como también su participación accionaria en empresas. “Necesariamente tiene que hacer públicas todas estas actividades que reflejan sus inclinaciones y que podrían impactar en un conflicto de intereses”, contemplado en la Ley contra la corrupción, subraya De Freitas.

La directora de Transparencia recuerda que “en las convenciones de organizaciones internacionales como las Naciones Unidas y la OEA, se establece que todo funcionario debe cumplir las normas de transparencia internacional como publicar su declaración su patrimonio e intereses: si por ejemplo anda en un Volkswagen o una Hummer, si vive en una casa en el Country Club de Caracas o Santa Mónica. Es la única manera de confirmar si hay o no enriquecimiento ilícito, si recibió recursos extra por su actividad como funcionario”.

De Freitas agrega que los funcionario de alto nivel deberían tener dedicación exclusiva al cargo asignado, excepto las actividades académicas. Pone como ejemplo el caso de Sebastián Piñera, un próspero empresario que luego de ser elegido presidente de Chile en 2013 tuvo que vender el total de su participación accionaria en diversas compañías (entre ellas, el 26% de las acciones de LAN)  para evitar un potencial conflicto de interés.

“Se supone que la Contraloría General de la República es el organismo encargado en Venezuela de limitar el conflicto de intereses. Es imperativo impedir las oportunidades de corrupción. El tesorero de la Nación, que además es directivo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sobrino de la primera dama, Cilia Flores, debe explicar el origen del dinero que le permite gastos de lujo y su participación en las empresas registradas en Venezuela, así como la de sus familiares en las compañías creadas recientemente en Panamá”, aclara De Freitas.

Si bien el nepotismo no contempla sanciones en las leyes venezolanas, la declaración  de patrimonio e intereses debe extenderse a los familiares inmediatos del funcionario, destaca De Freitas. “La exigencia de declaración patrimonial de toda la familia forma parte del andamiaje legal que construyen los Estados para disminuir los riesgos de corrupción y lavado. Sólo conocemos los nombres de estos funcionarios, no sabemos del origen del dinero que gastan en viajes y fiestas en Saint Barth. Tanto secreto levanta sospechas cuando la ley de emolumentos bajó considerablemente los sueldos de los funcionarios públicos en un país que pregona que la revolución debe ser moderada”.  

Copia el modelo “exitoso” del otro tesorero

Carlos Tablante, experto en casos de delincuencia organizada y lavado de dinero, dedica un capítulo de su nuevo libro El Gran Saqueo al tesorero de la nación, Carlos Erik Malpica Flores. Esta “atención” no es producto del azar. “Estamos investigando más sobre él, la cara del tesorero que nadie conoce: el hombre de los negocios financieros y sus vínculos con banqueros. Diremos los nombres de las personas de la banca que lo han apoyado”, asegura, quien también fuera presidente de la Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Dorgas (Conacuid).

“De Alejandro Andrade a Erik Malpica Flores” se titula el capítulo dedica al “sobrino favorito” de la primera dama, Cilia Flores. Según Tablante lo único que relaciona a estos dos hombres, no es haber sido tesoreros de la nación. Entre ellos, el experto identifica un vínculo mucho más fuerte y nada casual. “Desde la época de Andrade surgió todo el tema de cómo los papeles, títulos y valores que están en la tesorería son negociados con un pull de banqueros que gozan de ese privilegio y de ese beneficio, y creemos que parte de la fortuna de estos que llaman la banda de los enanos salió de allí de ese dinero. Y ahora Erik Malpica Flores está copiando el mismo modus operandi”, afirma.

El experto describe que Andrade tenía colaboradores en los bancos que le ayudaban a sacar la plata. “Una estructura similar se montó con Erik Malpica en la Tesorería. Hay una gente joven que aparece con ellos haciendo negocios”. Explica que también coincide la utilización de Panamá como plataforma para ese comercio ilícito y precisa: “Este esquema de abrir empresas en Panamá lo ha utilizado la familia de Rafael Ramírez (ex presidente de Pdvsa)”.

En opinión de Carlos Tablante “los Flores están desplazando a los Ramírez en Pdvsa. Ya le quitaron los seguros a Diego Salazar (primo de Rafael Ramírez)”. Agrega que en todos los negocios financieros, transporte de crudo y los reaseguros, Venezuela debe hacer los pagos en bolívares y necesita cambiar títulos de valores que están en divisas. El asunto es que no está claro a cambio lo hacen. Ahí se establece un tipo de cambio que no está legalizado. “Ellos impusieron su propio esquema relacionado con unos operadores financieros que están ahí. Un grupo de bancos privados, conocidos como del banquero rojo”, dijo.

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