Alerta entre diplomáticos por auge criminal en Venezuela
Alerta entre diplomáticos por auge criminal en Venezuela

embajada eeuu

 

El 10 de julio, el Consejo de Asesoría sobre Seguridad en el Exterior de Estados Unidos (OSAC, por sus siglas en inglés) alertó al personal diplomático y a los ciudadanos estadounidenses sobre la “amenaza continua de criminalidad”, tanto en Caracas como en sus alrededores.

La dependencia de la Oficina de Seguridad Diplomática de la Cancillería norteamericana recordó que antisociales fuertemente armados asaltaron bancos, transportes públicos, centros comerciales e incluso instalaciones universitarias del país, utilizando “granadas y rifles de asalto”.

El alerta fue reiterado el 13 de agosto, a propósito del asesinato del abogado estadounidense John Pate, a manos de asaltantes de viviendas. Este crimen, indicó la OSAC, “demuestra que Venezuela sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo”.

Esta preocupación no es exclusiva de los estadounidenses. En fin de cuentas, para los diplomáticos extranjeros el hecho de trabajar en el país con la segunda tasa de homicidios más alta del mundo es un factor a tomar en consideración todo el tiempo.

“Estamos obligados a hacer evaluaciones de riesgo permanentemente, cada vez que salimos”, explicó una funcionaria europea con dos años de servicio en Venezuela.

El jefe del equipo de seguridad de una embajada indicó que en Caracas ya no hay zonas consideradas totalmente seguras. Hace apenas tres años, en cambio, se permitía al personal de esa legación salidas nocturnas por ciertas áreas de Baruta y Chacao. Este es un indicador relacionado con la percepción del deterioro general de la seguridad.

El hurto reportado el fin de semana en el inmueble de la legación griega, ubicado en la urbanización Country Club, es un capítulo más dentro de una cadena de hechos en los que han resultado afectadas instalaciones y personas que trabajan para oficinas diplomáticas. En el caso de los helenos, la investigación de la policía judicial reveló la supuesta complicidad de un vigilante contratado por las víctimas. No obstante, prevalece la opinión de que tales sucesos difícilmente se presentaban en otras épocas.

Intrusiones y robos. En lo que va de año se han conocido cinco eventos de criminalidad ligados al mundo diplomático en Venezuela. No todos han sido denunciados formalmente ante las autoridades, por temor a represalias de bandas criminales.

El primer caso ocurrió el 2 de enero, con la intrusión frustrada de dos hombres de 28 años de edad en la embajada de Kuwait, ubicada en la urbanización Los Chorros. Fueron detenidos por oficiales de la Policía Nacional, y posteriormente quedaron en libertad.

En febrero, antisociales intentaron secuestrar a un oficial de seguridad de la embajada francesa. El hombre se había detenido para desayunar en una panadería de La Trinidad. Pero los captores desistieron cuando supieron de quién se trataba.

En mayo se conoció del hurto a dos inmuebles utilizados por personal de la embajada estadounidense en Valle Arriba. Ya en 2014 antisociales lograron llevarse varios bienes de la residencia del cónsul Heather Guimond en esa misma urbanización.

En otros casos las víctimas han venezolanos empleados de las embajadas u organizaciones con estatus diplomático.

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