José Manuel Gonzalez: La política es demasiado importante para dejársela a los políticos
José Manuel Gonzalez: la política es demasiado importante para dejársela a los políticos

DiputadoJoseManuelGonzalez

 

Víctor Maldonado C.

@vjmc

Enviado especial de www.runrun.es

José Manuel González, empresario agrícola, fue presidente de Fedecámaras y actualmente es diputado ante la Asamblea Nacional por el Estado Guárico. Él nos ofrece la cualidad de dos experiencias sucesivas de servicio público desde dos ámbitos diferentes pero complementarios. Es un empresario activo prestado a la política.

 

El agro.

Al igual que el resto de los sectores está en una situación precaria. Dejamos de producir 500 mil toneladas de arroz. 300 mil toneladas de maíz. Pero no tenemos tampoco las divisas para importar. Esto nos condena a un abastecimiento precario tipo “montaña rusa” donde nadie puede garantizar nada. No contamos tampoco con insumos y repuestos, lo poco que se consigue es inalcanzable.

Desde la Asamblea siempre intentamos hacer conocer la situación del agro. Pero siempre fue infructuosa la gestión. A puertas cerradas señalamos al gobierno sus fallas y debilidades, pero siempre hicieron oídos sordos. Siempre argumentaron que “las cosas no dependían de ellos” lo que demostró también la fragilidad de la coalición del gobierno y la preponderancia del grupo importador oficial siempre impuso su posición: “dólares baratos para robar, sobrefacturar y el remanente es lo que se trae en importaciones. Por cierto, importaciones con grandes distorsiones debido a la estructura perversa de los tipos de cambio. Esas distorsiones son las verdaderas culpables del contrabando y de las inequidades en los comercios binacionales. Si quitan esas distorsiones esos problemas se acabarían.

La inseguridad afecta el resultado productivo. En los estados agrícolas es evidente. Guárico es un estado inseguro, cientos de productores pagando vacunas a bandas delictivas, más de 10 secuestros semanales, robos de vehículos que se convierten en extorsión. “No hay un municipio en el Guárico donde esta situación sea diferente. Y no vemos que los gobiernos municipales, el gobierno regional o el nacional hagan algo para solventar el problema”. El dinero, en lugar de ir a la producción se dirige a la delincuencia organizada que actúa con total impunidad.

“Yo creo que el gobierno va a tratar de importar alimentos, que vendrá sobrefacturada y será pasto fácil para el contrabando de extracción. Pero con la escasez de divisas que tenemos, no cabe duda que la situación alimentaria será muy difícil”. La interrogante que todos nos planteamos es cuál es la tesitura de ese contrabando de extracción. Lo cierto es que la causa es una sola: la mala política económica y su maridaje con la impunidad. Allí hay muchas manos metidas pero una sola razón: el socialismo del siglo XXI.

 

El balance de la experiencia en la Asamblea Nacional

 

Mentiría si no dijera que hubo muchos momentos de frustración. Pero en conjunto la experiencia ha sido invalorable. Soy un diputado a tiempo completo. Siempre asistí a las sesiones y participé en las comisiones. De esa conducta me siento muy orgulloso y está a la vista de mis electores y de todo el país. Me he ganado el respeto de todas las bancadas. La seriedad de mis planteamientos y el haber tenido siempre presente el interés nacional y porque nunca quise caer en el discurso populista. Si de algo quedo convencido es que la política es demasiado importante para dejársela a los políticos. Y que en todos los flancos hay versiones del mismo populismo que nos ha arruinado. Siempre advertí y previne contra esa tentación. Por ejemplo, no se puede salir a decir que tenemos la propuesta de aumento del 50% del salario sin antes considerar la ruina de muchas empresas que por esa medida tendrían que cerrar. Tampoco me gustan las ocurrencias inconsultas, porque este país está cada vez más harto de la improvisación y de medidas que no obedecen a plantear una política integral y que no vayan al fondo del problema.

En la Asamblea Nacional hay que resolver las consecuencias nefastas del reglamento de interior y debates que está diseñado para ejercer la dictadura. Y esa dictadura se ha ejercido con dureza. El presidente de la Asamblea actúa por eso como un dictador. Todas las decisiones están en sus manos. Toda la autonomía del parlamento ha sido confiscada por Diosdado Cabello, que cuando aplica el reglamento estrictamente nos deja sin poder ejercer la representación del pueblo. También tengo que decir que entre ambos bandos hay espacios de cordialidad y se cruzan muchas veces intereses entre unos y otros sobre temas específicos. No tengo enemigos dentro de la Asamblea Nacional.

 

El balance político 

Yo creo que estamos cansados de buscar mesías y de lidiar con algunos que se creen mesías. También estamos cansados de que los partidos políticos se crean los únicos dueños del país hasta el punto de repartirse los cargos tal y como lo han hecho. La gente quiere ganar la Asamblea sin importarle qué partido tuvo más o menos diputados. Pero en muchas oportunidades los intereses partidistas nublan los intereses del país y muy probablemente no siempre estaremos representados por los más idóneos. Eso perturba las posibilidades de triunfo y su eventual administración. Hay que tener claro que no necesariamente los más idóneos son los que militan y dirigen los partidos políticos. Hay ciudadanos muy capaces y muy valiosos en otras dimensiones de la sociedad civil, a los cuales se les niega la participación.

Me duele decir que en el marco del análisis en el que se decidieron las candidaturas del estado Lara, donde no permitieron primarias, fue vetado Eduardo Gomez Sigala  por Henry Falcón quien tuvo en sus manos la decisión de todos los candidatos. Esto se hizo  a pesar de un desempeño insuperable y al margen de un discurso de unidad que debería tener referentes en la práctica. Estos vetos son la misma cosa que las inhabilitaciones practicadas por el gobierno. Tienen la misma fuerza autoritaria y el mismo sentido antidemocrático.

La única forma de resolver este momento del país es a través de un gran acuerdo nacional. En ese acuerdo debería privilegiarse el país y tomar en cuenta la responsabilidad que tenemos con las generaciones futuras. El parlamento debería ser una plataforma idónea para practicar ese acuerdo que necesitamos. El espíritu del acuerdo nacional debería ser el poder salir cuanto antes de la crisis y garantizar la gobernabilidad del país. Necesitamos paz y crecimiento económico. El crecimiento debería tener la vocación de la inclusión social. Sacar a la gente de la pobreza a través del trabajo productivo y el destierro del populismo. Me preocupan los espejismos economicistas. Hay que apostar a la libertad y al restablecimiento de la justicia, todos en función de los intereses del país.

 

Los espacios grises

Yo no creo en conversos pero si creo en convicciones practicadas con coherencia y consistencia. Me refiero a la referencia de valores esenciales: Respeto a los derechos de propiedad, respeto a las garantías y repudio a cualquier forma de caudillismo. Aquí no necesitamos mesías, ni creo que podamos apostar la suerte del país al carisma que pueda tener o no una persona. A la gestión política de un líder  hay que medirla, no tanto por los discursos que echan sino por las cosas que ha hecho, por las ideas que han defendido, por los riesgos que han asumido para defender sus principios y por la coherencia de vida. Me aturde que estemos enamorizqueados con el converso de última hora. No necesitamos un chavismo mejor. Necesitamos otra cosa.

 

¿Por qué no repites en la Asamblea?

En Guárico no hubo primarias. Luis Aquiles Moreno, de AD, Jorge Millan de PJ, Luis Florido de VP, y el silencio cómplice de Delsa Solórzano de UNT, decidieron que yo no podía ser candidato de consenso. Esto se hizo al margen de lo que pensaban el resto de los partidos y sin darme la oportunidad de apelar a mis electores. Ese tipo de decisiones expresan una forma imperfecta de practicar la democracia. Yo siento que fui inhabilitado por la MUD y no hay forma alguna de apelación. Sin embargo sigo pensando que la unidad es el único camino posible. Seré diputado y cumpliré con mis obligaciones hasta el último día de mi gestión.