Martini: ¿Si se han hecho 700 mil viviendas, por qué no se ven huecos en los cerros?
Martini: ¿Si se han hecho 700 mil viviendas, por qué no se ven huecos en los cerros?
Hasta el miércoles 17 de junio de 2015 fue presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela. Tras 5 años al frente de la organización gremial, Aquiles Martini Pietri se despide haciendo un llamado al diálogo entre el sector privado y el gobierno. Duda de la efectividad de la Misión Vivienda y reclama que después de 10 ministros de Vivienda y Hábitas y la misma cantidad de planes habitacionales, los cerros de Venezuela aún estén cubiertos de ranchos. Deja ahora en manos Carlos Alberto González Contreras, anterior presidente de la Cámara Inmobiliaria del Zulia, la labor de ser la voz disidente en el sector inmobiliario

Las claves de la cayapa a Aquiles Martini Pietri

En Venezuela se requieren entre 100 y 120 mil viviendas para cubrir el crecimiento vegetativo. El gobierno ha hecho 700 mil viviendas en cuatro años. El mismo gobierno dice que más de la mitad no son viviendas nuevas, son sustitución de ranchos por casas, son programas de hábitat, son “Barrio Nuevo, Barrio Tricolor”, pero no son viviendas nuevas. Cada año el déficit aumenta más y más.

La Misión Vivienda es la más importante que tiene el gobierno y la más importante en cuanto a penetración de esperanza en el pueblo. 42% de la población tiene esperanzas en la Misión Vivienda según la última encuesta que se hizo. La segunda Misión, que es la de En Amor Mayor, cuya aceptación está cerca del 12%.

La verdad es que estas viviendas te las dan con un derecho de uso, estas viviendas no son tuyas. Una demostración de que tú las usas hasta que yo (el gobierno) decida que las uses La mayor muestra de esto fue una alocución del presidente de la República en la que pedía que le quitaran la vivienda a un grupo de venezolanos que, según el criterio de no me preguntes qué, le van a quitar la vivienda. ¿Dónde están los derechos de propiedad de las personas?

En años anteriores el desarrollo habitacional era, aproximadamente, 75% del sector privado y 25% del gobierno. No es el Estado, es el gobierno. Y ahora es el gobierno el que contrata empresas extranjeras. ¿Por qué contratan compañías extranjeras? Después vemos, con gran asombro, cómo el Presidente dice que cada casa cuesta 50 mil dólares, cuando al empresariado venezolano no le reconocieron ni 500 mil bolívares.

18 trimestres seguidos tiene el sector construcción cayendo en la participación del PIB, según el Banco Central de Venezuela. Se dice facilito, pero son más de cuatro años cayendo. En los próximos años tienen que construirse cinco Caracas para cubrir el déficit.

Es público y notorio que hay grandes guerras entre los sindicatos. Eso sucede cuando se construyen mafias, cuando hay exceso de controles. Aquí no se mueve en este país nada que sea de construcción, ni de alimentación, ni de nada que no sea por guías del gobierno. Es el gobierno quien indica que se produce, cómo se produce y a dónde se dirige. Hay decretos presidenciales que piden desviar todos los materiales de construcción a la Misión Vivienda.

Hay muchísimos empresarios venezolanos que son muy creativos, que están dispuestos a  trabajar, pero con las mínimas garantías de respeto. Vamos a desarrollar los cuatro ejes fundamentales: urbanismo, leyes, producción y dineros.

No se ha debido utilizar la esperanza de una vivienda para fines electorales. La Misión Vivienda es espectacular. Yo le aplaudí al presidente Chávez, cuando él dijo que hay que cobrar la vivienda yo lo apoyé.

¿Qué ha debido tener la Misión Vivienda? Planificación, coherencia, transparencia, ha debido tener el conjunto y el aporte de todos los involucrados. Si se han hecho 700 mil viviendas, por qué no se empiezan a ver los huecos en los cerros venezolanos? Antes de la misión Vivienda hablábamos de 1 vivienda por cada mil habitantes, hoy en día hablamos de 2 y pico viviendas por cada mil habitantes.

El rol de los gremios, de los empresarios, es insistir en el diálogo. Yo voy a la hora, al lugar, donde me llamen, así me llamen 20 minutos antes. Y si no me llaman, también voy.