El “Fragmentador” por Ramón Guillermo Aveledo - Runrun

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Si desde el Gobierno se inventan agresiones, se denuncian peligros pre-fabricados y guerras imaginarias para disparar acusaciones, la intención es unir su frente interno e inyectar adrenalina a huestes que a pesar de triunfos coyunturales no mantienen la moral de combate, porque la realidad disipa el impacto de la demagogia; le resta efectividad a nuevas dosis de la misma medicina y ya no está y hace falta, el carisma que era pegamento y motivación.

Desde el fiel MEP se quejan de la fragmentación del Polo Patriótico. Así han leído la propuesta que lanzó Maduro en vísperas del 4F, en medio de quejas contra los “criticones de oficio” como llamó a los que tienen opiniones divergentes en las filas del proceso, a quienes puso de una vez en pecado mortal: “todo el que tiene aspiraciones personalistas tiene el virus de la contrarrevolución y de la traición”. En la misma alocución instó a ministros, diputados y jefes militares a “tener conciencia de que somos portadores de un legado”.

No menos leal ha sido el PCV, y declara “La voz de ¡Orden y mando! No la aceptamos”. Están “a disposición de la unidad, no del fraccionamiento”, por que “La fragmentación es incorrecta, es un retroceso”. Y el PPT dice que no quiere cargos “si no la oportunidad de incidir en las decisiones”, no se conforman con que el Psuv gobierne y ellos defiendan, es una división del trabajo que impugnan. “¿Por qué no se debate sobre la dirección colectiva?”, se preguntan. Y su ex-compañero, el gobernador Istúriz, responde que Maduro ha sido malinterpretado.

Entretanto el presidente de la Asamblea Nacional, suerte de versión roja del monstruo de Tazmania, permanentemente iracundo, amenazó esta vez a los militares. Salió, ¿ironía o apremio?, precisamente el 4 de febrero en los periódicos, “Quien ande con cosas raras, aún tiene tiempo de arrepentirse” y agregó, “Nos van a atacar, van a intentar dividirnos. Tenemos que unirnos, pero unirnos de verdad, sin zancadillas, sin chismes”.

Si las cosas han llegado a ese punto, ¿cómo estarán por dentro? Cambios gubernamentales como las bruscas salidas de Kahn y de Samán ¿a qué obedecen? El sindicalista parecía componente indispensable del tren gubernamental, el ideólogo marxista una especie de garante de la pureza revolucionaria. ¿Qué pasó? ¿Por qué tiene la opinión pública la sensación de que no se ha hablado claro acerca de sus verdaderos motivos? Hay mucha indirecta. En un elogio a Tarazón, Maduro habló de no incurrir en las “desviaciones” de Indepabis.

No hay que fijarse mucho para darse cuenta.