Todas nosotras, madres por Carolina Jaimes Branger - Runrun

Madre

El 7 de junio de 2013, el periodista y escritor argentino Sergio Sinay publicó en www.vivisophia.com un artículo titulado «Todas estas madres». En él habla de la emoción que le produjo la película «Los hijos de los otros» de la cineasta francesa Lorraine Levy, una película concebida como «un cuento de hadas geopolítico» para afianzar la convicción de que son «las relaciones personales las que ofrecen opciones en los más grandes conflictos».

En un hospital de Haifa, Israel, nacen dos chicos con diferencia de minutos. La madre de uno es israelí, la del otro es palestina. Casi de inmediato sobreviene un bombardeo y, confundidas en medio del pánico, las enfermeras entregan cada bebé a la otra madre. Sólo 18 años después se comprobará el error, cuando el muchacho que creció como israelí quiera entrar al ejército y un análisis de sangre demuestre que no es hijo de sus padres. El otro chico, mientras tanto, es un fervoroso palestino que odia a los israelíes. La madre judía sale en busca de la verdad y la descubre. Esto provoca una hecatombe en la vida de todos. Veremos la dureza de los padres, la crisis de identidad de los hijos y, por sobre todo, la entereza de las madres, ya que son ellas quienes finalmente encuentran, tras una poderosa tarea amorosa, el camino para una situación que parece sin salida pero no lo es.

Narra también Sinay el caso real del niño Noam Naor, de tres años, quien cayó del cuarto piso del edificio en el que vivía mientras jugaba y murió poco después en el centro médico del lugar. En ese mismo centro atendían a Yakoub Ibhisad, un palestino de siete años que sufría una insuficiencia renal de pronóstico reservado. Al saber esto, la madre de Noam donó a Yakoub el riñón de su hijo.

«Hacer lo que se debe hacer». Las madres supieron qué hacer porque el amor de madre supera todos los obstáculos. Ahora que comenzamos un nuevo año en medio de tantas incertidumbres, quiero regalarles la esperanza de que el amor todo lo puede. Como dijo San Pablo en la I Carta a los Corintios, «El amor no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».

Ojalá en 2014 todas las madres asumamos el compromiso de «anticipar la empatía al egoísmo», como dijo Sinay. Estoy segura de que podemos. 

Feliz 2014.

@cjaimesb