El gremio empresarial insiste en que ese debe ser el propósito prioritario de todas las decisiones que adopten las autoridades en materia económica. Y si dicha oferta proviene de la producción nacional, mucho mejor.
(Especial, Caracas).- Todas las decisiones en materia económica que adopten las autoridades del país, tienen que estar dirigidas a dos propósitos fundamentales: garantizarle a los consumidores la variedad y cantidad de productos que ellos se merecen, y que provengan fundamentalmente de la producción nacional.
Para el Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), si las medidas gubernamentales se corresponden con esa doble premisa no sólo es posible hacer crecer la economía de manera sustentable, sino también de garantizarle verdadera calidad de vida a los consumidores.
El gremio empresarial apuesta institucionalmente por la multiplicación de decisiones de este tipo, y hacia allí orienta sus esfuerzos gremiales con el respaldo y participación de sus organismos afiliados a nivel regional y sectorial. Ya que está perfectamente consciente de que esa es su responsabilidad fundamental de orden social, en razón de la interdependencia que existe entre comercio y consumidores.
Consecomercio admite que le preocupan sobremanera, los niveles de escasez que, según lo ha demostrado el Banco Central de Venezuela, perduran en el territorio nacional. Pero también que los agentes económicos llamados a solventar dicha situación, se mantengan distanciados entre sí, y que el país no esté dirigiendo estrategias productivas, recursos financieros y laborales, conocimientos técnicos y gerenciales, a no tener que seguir dependiendo de manera creciente de lo que pueda comprar en los mercados internacionales.
Venezuela reúne una serie de ventajas para generar un vuelco radical en su rumbo económico a mediano plazo, y sin tener que cargar con el costo de traumas sociales. Pero es fundamental que se combinen voluntad política, audacia administrativa gubernamental y una decidida participación de la empresa privada de capital nacional e internacional, respaldados todos por una fuerza laboral dirigida a alcanzar dicho propósito.
Consecomercio considera que es hacia allí que deben orientarse propuestas, decisiones y acciones, en abierta coincidencia con lo que demandan los consumidores a nivel nacional. Y con lo que diversos voceros gubernamentales han expuesto, al abogar por la importancia de que el país comience a posicionarse a nivel internacional, a partir de una oferta productiva de calidad y realmente competitiva. La independencia del rentismo petrolero tiene que delastrarse del verbalismo político, y convertirse en la base estratégica de la Venezuela de la diversificación económica y de progreso con la que sueñan todos los venezolanos.
