Top 10 de escándalos en el Parlamento venezolano por Nicolás Rudas - Runrun

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En graves aprietos se encuentra la Asamblea Nacional de Venezuela. Allí se ha visto reflejada la severa crisis política que sobrevino en el país tras las elecciones presidenciales del 14 de abril, en las que resultó ganador Nicolás Maduro por un estrecho margen (1,5% de los votos). La opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), liderada por el candidato Henrique Capriles, anunció que no reconocería la victoria electoral de Maduro hasta que se realizara una auditoría “voto a voto”, cosa que jamás ocurrió.

Por su naturaleza plural, gran parte de la confrontación entre los bandos se ha trasladado a la Asamblea, desafortunadamente con consecuencias muy negativas para la institución. Su carácter deliberativo, autonomía frente al Poder Ejecutivo y vocación de control político se han visto seriamente afectadas. Como dijo Mercedes de Freitas, directora ejecutiva de Transparencia Venezuela en la revista Perspectiva, la Asamblea se ha vuelto un espacio para el “uso de la violencia física, verbal e institucional” contra la oposición.

Emulando el top de escándalos del Congreso colombiano, hemos preparado un nuevo top de su par venezolano, esta vez con un protagonista de lujo: Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea y primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Aclaramos que nuestra intención con estos conteos no ha sido atacar la institucionalidad de las Asambleas o Congresos nacionales. Precisamente porque reconocemos su importancia y queremos contribuir a su fortalecimiento es que mostramos cuáles son sus debilidades hoy por hoy.

 

Los medios no ingresan

El 5 de febrero de este año, día en que la cámara legislativa realizó un homenaje a Noel Rodríguez (un estudiante torturado y asesinado por fuerzas estatales hace más de cuarenta años) al que asistió el entonces vicepresidente Nicolás Maduro, la Dirección de Información de la Asamblea Nacional prohibió el ingreso de medios privados al Parlamento.

Tres periodistas de los medios Tal Cual y Últimas Noticias contaron haber sido desalojados por Alexander Mejías, el jefe de Información de la Asamblea (señalado por los comunicadores como miembro del equipo de seguridad). Aseguraron haber mostrado sus credenciales del Colegio Nacional de Periodistas y del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa, rechazadas por Mejías por inadecuadas.

Varios reporteros protestaron frente al Parlamento por lo que consideraron era un atropello a su labor, mientras adentro un diputado oficialista explicaba que esta medida se debía a que la semana anterior los diputados de la MUD habían declarado a los medios en las escaleras de acceso del salón elíptico y no en el salón de prensa. Sobre las 4 de la tarde Mejías echó para atrás la decisión y dejó ingresar a los medios.

Desde el 2009, vale recordar, los periodistas de medios privados deben cubrir las sesiones legislativas desde un salón desde donde se reproduce la señal de la Televisora de la Asamblea –ANTV–, sin posibilidades de circular por los espacios de la Asamblea.

 

Una censura reciente

El pasado martes 8 de octubre el presidente Maduro se dirigió a la Asamblea para solicitar una Ley Habilitante (Superpoderes de Maduro, ¿para qué?). En medio del discurso, acusó de corrupción a algunos miembros de la MUD, a lo que respondieron de forma airada los diputados opositores Julio Borges y Nora Bracho.

Propuso entonces Cabello suspenderles el derecho a la palabra por “irrespetuosos”. El caso fue evaluado por una Comisión Especial que pidió sancionar a Borges con 20 días y a Bracho con una sesión de silencio, sin embargo Cabello resolvió fijar la máxima sanción (de 30 días) para cada uno.

Elvis Amoroso, diputado del PSUV que coordinó dicha comisión, planteó además someterlos a consulta psiquiátrica y eventualmente «que se le preste el apoyo necesario para que se incorporen a la visa psicosocial del país».

La bancada opositora denunció a Cabello ante la Fiscalía por abuso de poder.

 

Cabello al ataque (y sin censura)

Pese a que el punto anterior del top muestra a Cabello como un defensor de las declaraciones parlamentarias “respetuosas”, él mismo, muy a menudo, se ha referido despectivamente a la oposición como la “derecha fascista”.

Los ataques contra el líder opositor han sido constantes hace tiempo. Pero desde los comicios electorales se han acentuado. En abril la Asamblea nombró una comisión para investigar a Capriles por “asesinato”, luego de que el Gobierno lo responsabilizara por las 11 muertes ocurridas al término de las elecciones, durante una movilización convocada por él en protesta por los resultados.

El líder de la MUD ha declarado que “ninguno de esos casos corresponde a violencia política”, pero eso no ha detenido las acusaciones en su contra. En agosto Cabello dijo en medio de una sesión parlamentaria que “el brazo de la justicia va a llegar al asesino fascista de Henrique Capriles”. La bancada oficialista aprobó además una declaración de condena al partido de Capriles, Primero Justicia, a cuyos miembros Cabello calificó de “podridos”.

 

Las fotos que no probaron nada (salvo una pizca de homofobia)

El diputado del PSUV Andrés Eloy denunció el 13 de agosto los vínculos del director del Despacho de la Gobernación del estado Miranda, Óscar López, con una supuesta red de prostitución. Según Eloy, López habría empleado empresas fachada de modelaje para reclutar, desde ese despacho, “hombres y mujeres para prostituirlos”. López era un cercano colaborador de Capriles; de allí la importancia política de la denuncia.

Al momento de mostrar las pruebas de la acusación, Eloy reveló apenas 5 fotos, que declaró “incontestables”, en las que aparecía López abrazado a otros hombres. Pero las fotos no evidenciaban la comisión de ningún delito. “Encontraron unas fotografías en el ordenador de Oscar López en una fiesta privada y las están utilizando para denigrarlo públicamente”,declaró el diputado opositor Julio Borges. A su vez, Nora Bracho señaló que esta maniobra solo pretendía desviar la atención y Capriles la tildó de homofóbica.

Tras la acusación, Maduro añadió que existían videos de orgías en el despacho de Miranda, que por su alto contenido sexual eran “impublicables”.

Días después la fiscal Luisa Ortega negó que existiera una investigación abierta por la supuesta red de prostitución. Sin embargo a López le fue dictada una orden de captura por corrupción (también denunciada por Eloy), por lo que terminó huyendo de Venezuela en busca de asilo político.

 

Sobredosis de homofobia

El diputado oficialista Pedro Carreño tomó la palabra el mismo 13 de agosto para “desenmascarar ese cártel mafioso, esa caterva de delincuentes, choros y malandros en que se ha constituido Primero Justicia”. A continuación expuso un acta policial en la que decía que en 2000 Capriles había practicado sexo oral con otro hombre en la calle, y que posteriormente había intentado sobornar al policía que lo detuvo.

Más adelante, Carreño se refirió con notorio desprecio al líder de la oposición política como “este homosexual” y remató llamándole “maricón”.

 

El silencio ante “Pudreval” 

En 2010 se conoció que una empresa estatal creada por PDVSA, la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos –PDVAL–, importaba toneladas de alimentos subsidiados por el Gobierno de Hugo Chávez que al llegar a Venezuela estaban vencidos o a punto de vencerse y que nunca eran distribuidos.

Según opositores políticos, se trataría de más de 130.000 toneladas (100.000 solo en Puerto Cabello) de arroz, pasta, leche, pollo, queso, harina, entre otros productos, que habrían representado una pérdida de unos $US 8.000 millones para el Estado.

El caso, que no ha tenido avances significativos en los tribunales, tampoco ha sido debidamente discutido en la Asamblea. A comienzos de 2012, Neidy Rosal, diputada opositora, entregó a la Comisión de Contraloría de la Asamblea documentación para adelantar una investigación sobre el popularmente conocido “Pudreval”. Pero la comisión, encabezada por el diputado del PSUV Héctor Navarro, ha negado el debate en múltiples oportunidades.

 

Y se fueron a los golpes (primera parte)

Dos días después de los comicios del 14 de abril la Asamblea Nacional sesionó. Cuando se disponía a participar el diputado de la MUD Ismael García, Cabello le preguntó si reconocía como presidente a Nicolás Maduro y, ante su negativa, le quitó la palabra. Entre aplausos de la bancada oficialista, luego indicó que aplicaría la misma ley del silencio a los demás diputados que no reconocieran públicamente la presidencia de Maduro.​

En hechos confusos, más adelante diputados oficialistas y opositores se trenzaron en una trifulca. Allí fueron golpeados Julio Borges y William Dávila, quien debió recibir 14 puntos de sutura por un golpe de micrófono en la ceja izquierda.

Ningún medio estaba cubriendo los hechos (tenían prohibido el ingreso a la Asamblea).

Ismael García denunció que el micrófono que impactó a Dávila fue lanzado por orden del diputado Pedro Carreño. Sin embargo no existen pruebas documentales del episodio pues en esos momentos las cámaras de la Televisora de la Asamblea Nacional –ANTV– apuntaban hacia el techo del hemiciclo. García también sostuvo que el oficialismo venía contratando de tiempo atrás a grupos violentos para hostigar a los opositores no solo en la Asamblea; también durante la campaña electoral y en las mismas elecciones.

La Fiscalía abrió una investigación por este escándalo, pero luego de 6 meses no ha tomado ninguna decisión.

Cabello llevó aún más lejos su decisión de vetar a los diputados opositores, quitándoles el mismo 16 de abril las presidencias de las comisiones permanentes: a Dinorah Figuera (comisión de Familia), Miguel Ángel Rodríguez (Cultura y Recreación), Nora Bracho (Ambiente, Recursos Naturales y Cambios Climáticos) y William Dávila (Ciencia, Tecnología e Innovación).

Así, aunque constitucionalmente la mesa directiva de la Asamblea debe conformarse según el número de curules de cada partido, las 11 comisiones de la Asamblea quedaron en poder del PSUV.

 

Inmunidad allanada

 

El 5 de febrero, mismo día en que sucedieron los hechos narrados en el top # 10, el presidente de la Asamblea denunció a los diputados opositores Richard Mardo y Gustavo Marcano por corrupción. Presentando copias ampliadas de cheques, Cabello acusó a Mardo de recibir contribuciones no declaradas ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), y a Marcano de haber transferido dinero a tres miembros de Primero Justicia cuando era alcalde de Lecherías (Anzoátegui).

Mardo se defendió diciendo que en días pasados lo habían citado, de parte de Cabello, para congelar las denuncias en su contra a cambio de que “se pasara para el otro bando”. Por su parte, Marcano argumentó que las denuncias de Cabello ya habían sido investigadas por la Fiscalía y sobreseídas por falta de pruebas.

La Asamblea, no obstante, aprobó una investigación contra los dos diputados, inaugurando un proceso para retirarles la  inmunidad parlamentaria para que pudieran ser procesados por la justicia. En julio allanaron la inmunidad de Mardo en medio de críticas de la oposición, que consideraba esta decisión inconstitucional y respaldó la inocencia del acusado.

Vale recordar que están en proceso por pérdida de inmunidad parlamentaria, por presuntos actos de corrupción, los diputados opositores Juan Carlos Caldera y Andrés Velázquez. También estan siendo investigados por la Contraloría de la Asamblea los exgobernadores opositores Cesar Pérez Vivas, Henrique Salas Feo, Morel Rodríguez Ávila y Pablo Pérez Álvarez.

 

El audio que comprometió a Cabello

En mayo de 2013 la oposición dio su golpe más duro al Gobierno y particularmente al presidente de la Asamblea. Varios diputados de la MUD revelaron el audio de una conversación telefónica entre Mario Silva, entonces conductor del programa chavista La Hojilla (desvinculado después del escándalo) y un miembro del G2 cubano llamado Aramis Palacios.

En la conversación, Silva acusa a Cabello, entre muchas cosas, del blanqueamiento de dólares a través de la Comisión Administradora de Divisas –Cadivi– y del Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria –Seniat–. También menciona la posibilidad de una conspiración militar comandada por Cabello en contra del presidente Nicolás Maduro, revelando una profunda fisura en las toldas chavistas.

Una de las revelaciones más impactantes fue ver cómo Silva parecía rendirle cuentas sobre la situación política interna venezolana a un agente extranjero. “Ese señor ha sido un sicario de la información”, declaró el diputado Ismael García sobre Silva, a quien también acusó del delito de “traición a la patria”.

La Fiscalía anunció una investigación sobre este audio a los pocos días de la revelación. Tras cinco meses todavía no hay ningún resultado.

Y se fueron a los golpes (segunda parte)

Desde los hechos del 16 de abril, Cabello no había vuelto a convocar sesiones legislativas, lo que llevó al diputado opositor Eduardo Gómez a cuestionar si no se estaba “ante un proceso de facto de disolución de la Asamblea Nacional». El mismo día, como para caldear más los ánimos, Cabello anunció que además de negarles la palabra a los diputados opositores iba a retirarles el sueldo.

La siguiente sesión en el parlamento (el 30 de abril) ocurrió en medio de un ambiente de extrema tensión. Al llegar, los diputados opositores descubrieron que en sus puestos no había micrófonos y su paciencia se colmó. A los gritos, con pitos y exhibiendo pancartas –una de las cuales denunciaba “Golpe al Parlamento”–, hicieron sentir su protesta.

Lo que pasó entonces fue insólito. En medio de una lluvia de sillas los parlamentarios se fueron a los golpes, dejando como saldo 11 diputados heridos: 7 de oposición y 4 oficialistas. Ambos bandos se acusaron mutuamente de causar el incidente.

Los peor librados fueron los opositores Julio Borges, líder del Partido Primero Justicia, María Corina Machado, que sufrió una fractura de nariz, y Américo de Grazia, que debió ser remitido a una clínica.

En los días posteriores los medios de comunicación trataron de esclarecer cómo se había dado esta vergonzosa batahola acudiendo a videos grabados espontáneamente con dispositivos móviles. Una vez más, la prensa no había tenido acceso a la Asamblea y la ANTV enfocó el escudo del hemiciclo durante todo el episodio antes de suspender la transmisión.

Los videos sugerían algunas respuestas. En uno, presuntamente se identificó al agresor de Borges como Michael Reyes, diputado oficialista suplente. Otro parecía demostrar que la atacante de Machado era la diputada del PSUV Nancy Ascencio. A su vez, Machado señaló a otros agresores del oficialismo como Claudio Farías, Jesús Farías y Giovanni Peña.

Por el lado de los diputados del PSUV, Odalis Monzón expuso: «hoy me tocó a mí llevar los golpes de la derecha», aunque aclaró haber salido ilesa. Maigualida Santana culpó a de Grazia de causarle un hematoma en el muslo, pero se rehusó a mostrarlo. Y Nancy Ascencio negó en una entrevista (luciendo un cuello ortopédico) haber arremetido contra Machado.

La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, declaró que los iniciadores de la gresca habían sido los opositores, y que los oficialistas solo habían actuado en respuesta: “Lo que pasa es que nuestros compatriotas saben pelear mejor porque son hombres de pueblo”.

Nicolás Maduro, por su parte, prometió suministrar un video que demostraría la “verdad absoluta” de lo acontecido, que en su opinión era un plan de la oposición que incluía el uso de “armas para la violencia”. Al final, el video divulgado (de obligatoria transmisión para todas las cadenas de televisión) no probaba tal cosa. Apenas mostraba a la bancada opositora conversando entre sí, pasándose un bolso de mano en mano y soplando pitos y trompetas.

Hasta el momento Cabello no ha tomado ninguna medida sancionatoria contra los agresivos protagonistas de este episodio.

Fuente: www.revistaperspectiva.com/