Según la versión oficial de las autoridades cubanas, el armamento era obsoleto y sólo iba en reparación a Corea del Norte, país que tiene un boicot bélico por las pruebas de armas nucleares que hay realizado durante 2006, 2009 y 2013.
El Ministro del Exterior Fernando Nuñez Fábrega declaró en una reciente entrevista “Todavía tenían combustible en los tanques», «no eran obsoletas las armas ni necesitaban reparación».
Por su parte el fiscal Javier Caraballo, quien lleva el caso del tráfico de armas contra la tripulación, declaró que «uno de los MiG-21 contenía un manual de operación y un log de reparaciones que indica que el avión estaba en operación hasta hace muy pocos meses».
Las autoridades panameñas creen que este cargo de armas es parte de un acuerdo bilateral de mayor envergadura entre Cuba y Corea del Norte, aunque esto no se ha podido corroborar.
Tomás A. Cabal, un asesor del Ministro de Relaciones Exteriores, declaró que el acuerdo tuvo lugar en La Habana, el 29 de junio entre Raúl Castro, el General de las FAR Leopoldo Cintra Frias y Kim Kyok Sik, quien en ese momento era el Jefe del Ejército Popular Coreano pero que fuera destituido en agosto, un mes después que se confiscó el buque y su carga. Cabal añadió que “amigos de ultramar» le comunicaron que los dos MiG-21s eran parte de un negocio entre los dos países que incluiría 12 MiGs. Sin embargo, este dato no ha podido ser confirmado aún.
Panamá está llevando la situación con cautela para no «molestar» demasiado a las autoridades cubanas. Cuba, «es uno de los principales clientes de la zona libre del Canal en Colón». Cada semana trafica un barco de la Habana al Canal para comprar mercancias y abastecer al sector del turismo en Cuba.
Fuente: Misceláneas de Cuba
